Cuando miro las películas que se estrenan en los Países Bajos y las paso por el filtro de IMdB para ver si realmente merecen la pena, de cuando en cuando me llevo alguna sorpresa. Si además la película parece ser comedia y película de terror al mismo tiempo y la puntuación está por encima del 8, se convierte en una necesidad imperiosa el ir a verla. Mi amigo el Niño no pensaba como yo y cuando le propuse el programa doble no estaba muy convencido pero terminó por aceptar. Cuando acabó la película y los dos salíamos del cine para ir a cenar, el chiquillo no podía dejar de hablar alucinando porque lo que acabábamos de ver era una obra maestra. La película se llama Tucker & Dale vs Evil y no tiene fecha de estreno en España y es más que probable que siga el caminito del estreno directo en DVD o en televisión de pago.

Dos magos julays se van al monte a reparar la cabaña que han comprado y se topan con una pesadilla horrible cuando un grupo de julays panolis les joden la fiesta

Dos paletos van hacia el lugar en el que han comprado una cabaña medio en ruinas que van a reparar y al mismo tiempo disfrutar de las vacaciones. En el camino se cruzan con un grupo de estudiantes pijillos que asumen que por sus pintas deben ser asesinos natos.

Una vez comienzas las vacaciones, a partir de un suceso aleatorio los estudiantes se convencerán que ellos son asesinos auténticos y los comenzarán a atacar ya que al parecer, la mejor defensa no es salir corriendo por patas sino el ataque. La cosa se irá volviendo cada vez más y más surrealista.

Un clásico. No recuerdo haberme reído tanto en una película en mucho tiempo. Una película de terror que contiene en su interior una comedia gore y negra con la que te partes de risa y en la que los malos resultan ser los buenos o al menos dos pobres inocentes que están en el lugar inapropiado en el momento más inoportuno y se cruzan con un grupo de personas que los juzgan y los condenan por la pinta que tienen. Las cosas irán de mal en peor cuando los jóvenes comienzan a morir, básicamente porque se matan ellos mismos en absurdos accidentes y nuestros antihéroes no entenderán lo que está pasando a su alrededor.

Tanto Tyler Labine como Alan Tudyk se merecen todos los premios del mundo y más porque bordan sus papeles de paletos de campo. Son dos cómicos magistrales y que llevados de la mano de un guión fantástico que le da una vuelta a un tipo de película más visto que las tetas de Sabrina consiguen que cuando pase la hora y media tengas la sensación de haber visto una de las mejores películas del año.

No merece la pena contar más, así que abrevio y vuelvo a repetir que esta es una de las que hay que ver, una película perfecta para ir con el clan de los Orcos, con la piba o hasta solo a pasártelo bomba. No debes perdértela.