Me gusta el aspecto de las postales que has tenido guardadas en una caja durante décadas y sacas para mirar sorprendiéndote por su granuloso y ajado aspecto. Eso es lo que quería conseguir con esta foto de Kinderdijk, el lugar más espectacular en lo que a molinos de viento se refiere y un sitio al que no es fácil llegar con transporte público. Un día de estos pondré indicaciones por si alguien se quiere arriesgar pero desde ya os adelanto que toma tiempo y no hay muchas alternativas.
Volviendo a la foto, los Países Bajos son para mi el país del agua y del viento y hoy vemos la forma en la que los holandeses han domesticado ambos. En el caso del agua con miles y miles de canales que como venas cruzan todo el país nivelando las aguas y haciendo posible el milagro de vivir a varios metros bajo el nivel del mar y en lo referente al viento lo domesticaron con molinos, aprovechando su fuerza para que trabaje y genere riqueza. Como ha sucedido con las fotos anteriores los colores han sido alterados, he añadido un montón de ruido y en unos pocos minutos arrastré esta imagen por veinte años de espera dentro de una caja hasta que la vuelves a ver.
2 respuestas a “Un país de agua y viento”
Genial la postal que te ha quedado. Congratulations.
El resultado ha sido muy hermoso. Me ha gustado mucho.