Una tormenta casi perfecta


Cuando uno piensa que las cosas no se le pueden complicar más, te das cuenta que lo que está por venir es una tormenta cuasi perfecta y entras en modo de emergencia ejecutiva. En las últimas semanas siempre veo lo de las vacaciones de este año en Asia como algo lejano y en un futuro que casi ni se ve de lo lejos que está. Esta semana me di cuenta que estoy a poco más de dos semanas de coger la mochila y los tangas y desaparecer durante veinticuatro días. Parece algo banal y que no requiere nada de esfuerzo pero es que a día de hoy tengo un billete para llegar a Kuala Lumpur, preferentemente volando sobre Ucrania, los Alpes, Siria e Irán y con cierta compañía que no controla si sus pilotos alemanes están deprimidos y tienen instintos suicidas, otro billete para ir al aeropuerto de Clark, en las Filipinas, volando con cierta compañía a la que se le cayó un avión hace un rato por el mar de Java y después tengo un vuelo de vuelta a Kuala Lumpur desde otro lugar de las Filipinas más al sur y un regreso a Holanda con los alemanes. No he reservado ningún hotel ni he hecho ningún plan. Para empeorar las cosas hasta niveles de alerta roja, el fin de semana anterior a la partida me voy tres días a Sofia y ese evento, para el que ya tengo hasta las tarjetas de embarque y que es más o menos inminente, tampoco ha recibido atención alguna y por no tener no he buscado ni hotel, algo que debo hacer este fin de semana. Entre medias, tengo que escribir treinta y dos anotaciones con fotos (incluyendo las que hemos visto esta semana hasta ahora), de las que diez son de Florencia y veintidós serán de Estocolmo y debo escribir al menos doce anotaciones hablando de películas que no he visto, con lo que estoy en un programa de dosis masivas de cine y desde el lunes y hasta esta noche a las diez y media ya he visto cinco películas, el fin de semana veré tres más, quiero repetir con una mañana, el lunes tengo otra y a ver como encajo las que me faltan. Pon que añada alguna anotación de bicicletas o cerveza a cada una de las semanas para tener un comodín en caso de que sea necesario y me las apañaré como pueda escribiendo el relato del viaje en Asia y mi vida parece una factoría con un único empleado explotado hasta el límite. Además, tengo que arreglar cosillas en el jardín y no nos olvidemos de la vida social, como por ejemplo ir a cenar con la Chinita a Amsterdam, visitar al Rubio e ir de copas con colegas de la oficina y siempre con los miércoles reservados para las clases de Italiano.

Después hay gente que cuando les digo que yo no pago por los canales de televisión y que solo veo un puñado de series por la tele me miran como si fuera la viva imagen del mal más absoluto cuando lo cierto es que eso que la RAE define como una magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos y que coloquialmente llamamos tiempo, a mi no me sobra, me falta en cantidades brutales.

Para ahorrar algo de tiempo, esta anotación queda designada como el lugar en el que aquellos que quieran recibir los correos diarios con alguna fotillo para seguirme la pista en Asia pueden pedir que los apunte. Usaré la dirección de correo electrónico que usan al dejar los comentarios a menos que lo indiquen expresamente enviándome un correo a mi dirección secreta, esa que todos conocéis. Lo que sí que no hay que esperar es que narre el relato del viaje por Asia poniendo fotos como hago con los europeos. No tendré ni tiempo ni ganas para gastar unas preciosas horas que prefiero usar para vivir al máximo la aventura por las Filipinas. También, si alguno tiene sugerencias interesantes de cosas que debería ver por allí, este es el momento de hacerlas.

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9 respuestas a “Una tormenta casi perfecta”

  1. Yo también me apunto. Yo estoy igual, me voy dentro de un mes a Canadá y me han entrado unos nervios enormes porque estoy atrasada al máximo.Que lo pases bien.

  2. Otra que se anota. Te mando un correo con el mail bueno.
    Y tómate una tila, que te buscas agobios tú solo y libremente, ¡luego no te quejes! (en el fondo te encanta).

  3. Otro que se suma, como todos los años. Además asi me entero de algo ya que de Filipinas aparte de que fue en algún tiempo colonia española y que exporta marineros a los buques de carga y cruceros de casi todas las compañías del mundo no se absolutamente nada mas.

    A si, que la esposa de un antiguo presidente, no se si dictador, tenía una colección de zapatos que no cabía en un container de los grandes. Vamos la ilusión de todas las tías.

  4. Y te olvidas de la más importante, la PREYSLER viene de allí, la reina del corazón por más de treinta años en España y la madre de engendros como Junior y la que vive en América, además del cantante que tiene un volcán en la cara

  5. ¿Apuntarme para recibir las fotos de un canijo con taparabos tostándose al sol por Asia durante tres semanas mientras otros levantamos España a la luz de los fluorescentes … ?

    Por supuesto. Apúntame a mí también.