Viernes en la oficina


Viernes en la oficina

Todos los viernes en mi oficina la gente sabe que a mi alrededor hay no solo alegría sino también mucha cosa buena. Esta mañana a las siete y media, mi puesto de trabajo ya mostraba las señales del viernes, con mi capuchino, mi platanito que no es canario porque aquí no los venden, mi manzana Granny Smith, que es la única raza de manzanas dignas y lo más importante, el Brownie que cocino los jueves para regalar en la oficina los viernes a los cuatro gatos que no se quedan en sus casas con el cuento de trabajar desde las mismas. A base de traer cada semana una de esas maravillas creadas a partir del mejor chocolate y la mejor mantequilla, en mi empresa tenemos expertos que distinguen perfectamente entre un chocolate bueno y otro mejor. El de esta semana lo hice de chocolate con un ochenta y cinco por ciento de cacao de la marca Lindt. Yo no compro ese chocolate, la gente me lo regala para que lo transforme y ahorita mismo en mi casa tengo cinco tabletas con lo que, descontando escapadas de fin de semana y vacaciones en Canarias, creo que se me acabará al principio de abril, aunque seguro que para entonces ya he recibido alguno más.


4 respuestas a “Viernes en la oficina”

  1. Solo ver la foto fue lo primero que pensé: «ese plátano no es canario». Con lo riquísimos que están y lo malísimas que están las bananas esas desaborías.

  2. Han mejorado las bananas bastantes y si las dejas madurar, tienen algo de sabor, eso sí, son como pepinos de grandes

  3. Las bananas a no ser que se usen con fines sexuales, no sirven para nada, donde está un plátano canario, que se quite el resto… 🙂
    Salud