Ayer veíamos un islote más grande con varios viviendo en el mismo pero hoy tenemos otro que recuerda a las historias esas de náufragos que acaban en una isla paradisíaca y allí pasan los mejores o los peores años de sus vidas y al final mueren de una diarrea o algo así. Si miráis con atención (o hacéis clic en la imagen para verla en grande gracias al nuevo motor del mejor blog sin premios en castellano que es fantástico y fabuloso), veréis que en la zona central, oculta entre lo verde, está la keli y la otra construcción parece ser la zona de acceso a la isla. Fijándote también verás los cables eléctricos y quizás hasta de teléfono, aunque este último no les hace falta porque por allí había un pelín de cobertura de móvil. El único fallo para que el lugar sea perfecto es una buena playa de arena para tomar el sol y algo más de espacio, que se te tienen que atrofiar los pies si vives ahí y prácticamente no te puedes mover.