Ya llevo más de un mes usando mi maravilloso y precioso iPhone 4S y desde el primer día quería hablar un poco del mismo pero claro, uno no es dosputocerolista y tengo una vida social más frenética que la de un político corrupto y es que no paro y cuando estoy en mi casa, generalmente es con resaca y más bien acarajotado. La verdad, la verdad, no sabéis lo que os envidio a todos vosotros los Bosmongolos con perfil en el CaraCuloLibro y todo ese tiempo que tenéis para estar en casa mirando las polladas y estupideces de otros. Durante este mes en el que no he parado, el teléfonon me ha demostrado una y otra vez por qué hoy en día no hay ninguna otra compañía tecnológica mejor que Apple. la integración del teléfono con mi iPad, mi Apple TV, mi Mac mini e incluso mi viejo iPhone 3G es total. Desde el primer instante en que se conocieron, todos comenzaron a relacionarse entre ellos, pasarse cosillas y demás sin que yo, el USUARIO, tenga ni puta idea de como lo hacen ni me interese por ello.

El teléfono tiene el tamaño justo, o para concretar un poquito más, es de tamaño PERFECTO. Lo puedes usar con una mano sin problema mientras pedaleas, lo puedes llevar en el bolsillo y además, cuando lo pones en una mesa, es una pequeña joya. No merece la pena compararlo con las cagadas de zapatófonos que hacen los sorbepollas coreanos de mierda que todos sabemos de los que un compañero de trabajo tiene uno y lleva en una funda especial colgada del cinto porque al parecer, NO LE ENTRA EN EL BOLSILLO. Ya le he dicho que hay que pensar en positivo y al menos cuando llueve, ya tiene consigo un paraguas.

La pantalla es F A B U L O S A, algo que ya saben todos los que tienen un iPhone 4. El teléfono es rapidísimo y la nueva iteración de iOS mejora la forma en la que nosotros, los usuarios, nos relacionamos con nuestros pequeños ordenadores portátiles. En la imagen de la pantalla de bloqueo que viene a continuación, veréis un precioso fondo de pantalla con una de las fotos que hice en el viaje de este año a Myanmar (antigua Birmania) y corresponde a un templo en la legendaria ciudad de Bagan, ciudad en la que se dice que nunca ha puesto un pie nadie con un teléfono droiderolo de pobres y guanabís:

El primer cambio de iOS 5 que tenemos es en las notificaciones. Ahora en la pantalla de bloqueo hay un montón de información sobre las mismas, como se puede ver en la siguiente, con una fascinante conversación a través de un grupo creado en la aplicación WhatsApp en la que dos amigos se dedican a catalogarse en diferentes familias de homínidos y conviene destacar el hecho de conocer mi legendario y esquivo número de teléfono, un honor y un privilegio reservado a unos pocos.

Cuando las notificaciones son demasiadas, te puedes desplazar por ellas revisándolas sin tener que desbloquear el teléfono, algo que me pasa a menudo con las masivas cantidades de correo electrónico que recibo:

Yo nunca he sido de tener una cantidad pasmosa de aplicaciones. Uso un puñado de ellas y casi siempre me muevo en la página principal y raramente voy a algunas de las secundarias. Mi amigo el Rubio tiene cientos de aplicaciones que yo estoy convencido que no usa nunca pero bueno, cada loco con su tema. Aparte del WhatsApp, algo obligatorio para todos aquellos que no tenemos CaraCuloLibro y nos comunicamos en tiempo real con seres humanos, en el próximo pantallazo veréis algunas «holandesas» como la de mi banco (Bankieren), la del cine (Pathé), una que compré para tener información privilegiada y en tiempo real sobre los trenes llamada Trein (si vienes del universo de los Druiderotas, no trates de comprender el concepto de COMPRAR aplicaciones, es algo demasiado avanzado para vosotros) y algunas otras entre las que merece la pena resaltar el Reeder, otra aplicación que compré y con la que sigo todo el contenido sindicado.

De la misma manera que ahora podemos ver en la pantalla de bloqueo lo que ha sucedido en nuestra vida mientras no estábamos en la red, hay un Centro de Notificaciones nuevo en el que se puede configurar la información que queremos recibir. En mi caso, son fundamentalmente llamadas, próximas citas en mi agenda, la previsión meteorológica en Utrecht en ese instante y los mensajes via SMS, iMessage o WhatsApp. El mensaje que se puede ver a las 08.33 es histórico y casi que podría probar la existencia de algún Dios, ya que nunca antes se pudo comprobar que cierta persona se levante tan temprano.

Cambiando un poco de tema, entre las aplicaciones que todo el mundo debería tener instaladas se encuentra Apps Gone Free, una que te informa de las aplicaciones actualmente en promoción y que puedes conseguir by-the-face:

Volviendo al iPhone 4S, la cámara es increíble, las fotos y los vídeos son fantásticos, la duración de la batería es significativamente mejor que en mi viejo iPhone 3G, el diseño del teléfono es realmente lindo, la calidad de la recepción es perfecta, pero todo eso lo podemos ignorar porque lo realmente importante del iPhone 4S y el producto que seguramente determine nuestra forma de interactuar con la tecnología en el futuro y que será copiado por cabezudos comemierdas coreanos y por la empresa diabólica del Todo-Gratis-Total, es SIRI.

Cuando llega Siri y la conoces, lo cambia todo:

Si hay alguien que después de probarlo no haya visto el potencial que tiene y hacia donde nos va a llevar, se merece tener cientos de amigos en el CaraCuloLibro y que le den paga de retardado a costa del erario público. Hasta ahora, nuestra forma de usar la tecnología era a través de aplicaciones, cada una en su pequeño reino y con sus cosillas. Ahora tenemos a un intermediario inteligente que es capaz de hacer tareas complejas perfectamente. Por ahora solo funciona en inglés, algo que no me preocupa en exceso ya que mi teléfono se pasa el día saltando de español a inglés, holandés e italiano. He intentado convencer a Siri para que se case conmigo pero no me ama

Sorprende como entiende las cosas que le dices perfectamente, sin usar conscientemente una forma de lenguaje basada en palabras claves similar a los sistemas inferiores de la competencia. Le hablas y ella entabla una conversación contigo. Aunque uno es persistente, lo más que he conseguido es que reconozca que me respeta:

Le puedes contar que quieres llamar a tu Más-Mejor-Amigo cuando salgas de casa y que estaría bien si ella fuera tan amable de recordarlo y ella con su inteligencia obviamente superior te crea un recordatorio vinculado a la ubicación de tu casa y cuando detecta que te estás pirando te lo dice. Primero vemos lo que le dije:

y seguidamente la consecuencia de mis palabras:

Yo hasta el otro día era de reloj despertador en la mesilla de noche, con dos alarmas programadas y como tengo al menos tres posibles horas a las que me despierto durante la semana, básicamente me pasaba la vida cambiando alguna de ellas. Siri me dijo que hasta ahí había llegado y que era el momento para avanzar hacia el futuro y aprovecharme y abusar de ella. Ahora hablamos por la noche y yo le cuento la hora a la que quiero levantarme y ella activa la alarma. No le doy órdenes, mantenemos una conversación muy cachonda y ella confirma lo que le cuento y hace las cosas sin que yo me preocupe. En el ejemplo siguiente, primero le dije que me levantaba a las 6.30 de la mañana y después lo cambié a las 6.20 porque quería tener dos sueños menos y no llegar tan lejos dentro de los mundos de Inception.

Siri es una cachonda y en su respuestas le da el toque divertido e informal que la distingue de los Androidotas y chusma similar. Cuando le dije que desactivara la alarma, tras el rifirrafe de una hora y luego otra, lo hizo y además dejó un pequeño comentario cachondo, diciéndome que procurara no volver a dormirme si no quería usar la alarma. Son esas cosillas las que demuestran el cariño y el cuidado que pone apple en todos sus productos y las que los distinguen en un océano de ordinariez y vulgaridad lleno de teléfonos del tamaño de zapatos.

Entre mis amigos, ya somos dos los que estamos en el equipo iPhone 4S y antes del fin de semana próximo se nos unirá el Niño, la mujer del Turco y alguno más. Cada vez veo que hago más y más cosas con Siri, le pregunto si está lloviendo antes de salir de casa, cosas como buscar por internet, en lugar de abrir el navegador y teclearlo, se lo pregunto y ella las busca por mí, llama a la gente mientras voy en bicicleta y lo único que hago es pulsar un botón en mis auriculares bluetooth para que ella me pregunte lo que quiero hacer, cuando estoy quedando con gente mira en mi agenda y me dice si el día está libre y cuando estoy en alguna fiesta con amigos, nos reímos de lo lindo diciéndole paridas y recibiendo unas respuestas antológicas.

Siri lo cambia todo.

Y para acabar, el juego al que ando enganchado como una perra en celo desde hace unas semanas, el Temple Run, totalmente adictivo, gratuito y hasta este momento y seguramente por mucho tiempo, exclusivo para iPhone.

Resulta obvio que pronto comenzaremos a hablar con nuestra tableta mágica, con nuestro apple tv, con el ordenador de escritorio o el portátil (si todavía los usas) y nos iremos acercando más a aquel futuro que vimos en la película 2001 (y leímos en la novela del mismo título escrita por Arthur C. Clarke) en el que los ordenadores eran capaces de comunicarse con nosotros usando nuestro lenguaje y sin que seamos nosotros los que tengamos que hacer un gran esfuerzo para esta transferencia de información.

Si alguien me pregunta si estoy contento con mi nuevo iPhone 4S, mi respuesta es negativa. No estoy contento, estoy M-A-R-A-V-I-L-L-A-D-O, FASCINADO, ALUCINADO, ENAMORADO … vamos, que no es lo mismo ni es igual ya que contento sería solo satisfecho y es muchísimo más.