Y por fin tenemos el parqué flotante


Aunque hace ya una semana que llegó el día en el que instalaron el parqué flotante, por pura pereza y gandulismo no me había puesto a procesar las fotos y por eso no lo había comentado. Tras varias semanas y después de ver el proceso de cambio paso a paso, finalmente instalaron el parqué flotante y pusieron los zócalos nuevos (o friso o como lo llaméis). La elección del adecuado fue como siempre un proceso doloroso y terrible en el que visitas varias tiendas, miras lo que hay, no te gusta nada y además te has de imaginar el resultado en tu cabeza. Una de las ideas que barajaba era hacerlo yo mismo en compañía de los amigos, a los cuales chantajearía para que se viniesen a mi casa a ayudar. Al final desistí de esta línea porque por más fácil que sea, nosotros no lo hemos hecho nunca y ya sabéis que todo lo que puede salir mal, saldrá mal, según esa ley ancestral.

Un día, comentándolo con mi vecino, me dijo la tienda en la que él compró el suyo y un sábado me acerqué a la misma. Como está cerca de mi casa, llegué temprano y me atendió una de las comerciales. Primero me dejó mirando todos los que tienen disponibles y después vino a aconsejarme y explicarme las diferencias entre todos. Yo tenía muy claro el tipo de color y aspecto que quería y eso delimitó la selección a no más de cinco modelos. Las diferencias entre ellos eran más pro la forma y el aspecto que de color. En unos las láminas eran más estrechas, tenían bordes planos y creaban la sensación de una superficie completamente plana y otros reflejaban más o menos la luz. Al final elegí uno de la marca Esprit del que me gustó que las láminas son grandes y en las que cada una de ellas tiene un bordillo pequeño que marca las distancias con las otras y crea un efecto de cuadrícula en el suelo que me gusta mucho. Para el zócalo me quedé con uno alto y que en realidad está formado por dos piezas, una madera que sujeta el parqué flotante y un embellecedor que la cubre.

El día de la instalación comenzaron a las siete y cuarto de la mañana y a mí toda la gente me decía que eso lo hacen en un rato pero lo cierto es que los tíos estuvieron casi seis horas trabajando, aunque también hay que decir que paraban cada hora veinte minutos para echarse un pitillo en la calle.

Una vez terminaron y se fueron, limpiamos un poco y comenzó el arduo trabajo de devolver los armarios y las camas a sus posiciones originales. El parqué flotante lucía fantástico en la foto anterior, en los últimos momentos en los que la habitación iba a estar sin muebles.

El otro dormitorio también quedó muy bien. Ahora solo queda por pintar por última vez la escalera y ponerle las alfombrillas que llevará en los escalones pero eso está apalabrado y sucederá mientras yo estoy de vacaciones, que ya me he cansado de trabajar en la casa y le tengo que dejar algunos deberes a mi vecino para que no se aburra. En mi dormitorio puse cortinas nuevas que conjuntan perfectamente con los muebles y el color de las paredes y en la planta inferior hay persianas nuevas. Estas últimas las veremos en una anotación que escribiré cuando le haga algunas fotos a las persianas.


14 respuestas a “Y por fin tenemos el parqué flotante”

  1. Te quedo HERMOSO!
    Me encanta. El suelo de madera es mi favorito. Mi mama en Venezuela estuvo que si y que no hasta que la convenci y se lo puso y la casa le cambio TOTALMENTE! Te ha pasado con tu casa tambien, color y suelo siempre es el secreto, recuerdo que me dijiste que no te gustaba el color para las paredes alguna vez, menos mal que has cambiado de parecer 🙂 Besitos.

  2. Precioso. Luce más el suelo que las paredes, casi es una pena el tener que ponerle muebles encima ;). Es coña, ahora lucirán el doble. No gastes mucho en alfombras, es una pena taparlo!

  3. No va a haber ninguna alfombra en los dormitorios. Odio esos cubre-suelos acaparadores de polvo. Tampoco hay ninguna en la planta baja de mi casa y solo hay 1 en el baño y la mucama la mete en la lavadora cada dos semanas para que vomite todo lo que ha atrapado.

  4. Cuando uno se mete en obras en casa lo único de lo que hay ganas es que acaben de una vez, pero viendo cómo has mejorado tu casa hay que reconocer que vale la pena la espera. Menudo cambiazo ha pegado, sobre todo el suelo que es espectacular.

  5. Aun quedan cosillas por hacer pero o las harán profesionales o mi vecino. Esta semana pintamos la valla del jardín. El año que viene atacare el suelo de la planta baja

  6. La mucama jajajjaja.
    Para llamar a alguien asi deberia estar todo el dia en tu casa, no venir un par de horas a la semana 😛
    Besitos!

  7. Waiting: Según la biblia del idioma, mucama es (y cito literalmente): persona empleada en el servicio doméstico y no especifican que tenga que pasar todo el día. Eso sería mi esposa si la tuviera o tuviese y se moriría de aburrimiento porque yo no paro mucho por mi casa, je je je

  8. Pero tengo mucama, rubia y 100 x 100 holandesa, que a mí lo de contratar terroristas musulmanas con el trapo de limpiar alrededor de la cabeza no me mola nada.

  9. Menos mal que le pagas por un par de horas a la semana que si la tienes fija en tu casa de noche y de dia como hacen los ricos en Holanda, quien te aguanta jajajaja.

  10. Y hasta la visito y voy a tomar café en su casa de cuando en cuando y me la tropiezo en la caja del supermercado, que la mujer es muy versátil y también trabaja allí. Y encima es la sobrina de mi vecino.