Yo, Tonya – I, Tonya


Seguimos con películas nominadas a los Oscars de la semana que viene y en esta ocasión tenemos una cuyo trailer me parece fabuloso y que por desgracia, no está previsto que la pongan en los multicines de la cadena a la que estoy abonado en Utrecht hasta la semana que viene, con lo que ayer me di un salto a Amsterdam y me monté una sesión triple con tres candidatas, comenzando a las diez de la mañana con I, Tonya, película que se estrenó en España esta semana con el título de Yo, Tonya.

Una julay chichona llega a las olimpiadas sin doparse pero los pijos le tienen una tirria del copón

Una chama de clase muy baja tirando a bajísima y con una mala educación épica, es buenísima patinando sobre hielo, pero buenísima de verdad. Comienza de niña por la obsesión de su madre, que es básicamente carne de chirona y que hoy en día, de hacer lo que hizo en aquellos tiempos perdería la custodia para el resto de la eternidad y poco a poco va dejándose notar y mejorando. En su adolescencia conoce a un pavo medio gilipollas del que se encoña y con el que se casa y para cuando llegan las olimpiadas, es la única gringa capaz de hacer un triple salto espectacular o algo así en patines. Por desgracia en las olimpiadas fue un fracaso y para las siguientes, que se hicieron dos años más tarde, su marido, ella y un amigo kinki montan una trama para neutralizar a una pelleja que le puede robar la plaza y por culpa de esto se convirtió en la chocha más odiada del universo conocido, o así lo cree ella, que yo no recuerdo odiarla pero a la zorra de la alcaldesa de la capital truscolana, a la zorra que estaba controlando el parlamento autonómico truscuolano o a la zorra asquerosa, zarrapastrosa y rumana a la que se la empeta el puerkagón, a esas sí que puedo confirmar y confirmo que las odio con auténtica inquina.

Esto es toda una sorpresa cinematográfica. La película está hecha como si fuera un documental en el que se entrevista a casi todos los protagonistas y cada uno va dando su versión y las vemos en pantalla. Hablan con Tonya, su ex, su madre, su entrenadora, un periodista y otros y vamos viendo como poco a poco nos van contando no una sino varias historias, ya que dependiendo de quien lo hace. Este tipo de formato es mi principal crítica, ya que hay segmentos fabulosos, dignos de una obra maestra pero también tenemos otros que no encajan y que distraen y te hacen perder el interés. Margot Robbie está épica y es sin lugar a duda lo mejorcito de la película, consigue que la ames y la odies al mismo tiempo, sus escenas patinando son hiper-mega-creíbles y su frustración, su ira, su odio, son genuinos. A su lado, Allison Janney es también perfecta como la madre que la parió, una villana de película de la Disney, mala-malísima aunque en ocasiones parece que en realidad quiere a su hija o algo así, aunque yo no me acercaría a ella ni de coña. Ambas están fabulosas y cuando están juntas en la pantalla son momentos épicos y de obra maestra. El chamo que hace de su marido, Sebastian Stan, está muy bien pero al lado de esas dos mujeres no tiene nada que hacer.

No es cine en absoluto para los miembros del Clan de los Orcos que se aburrirán a destajo pero sí que es una de esas que todos los sub-intelectuales con GafaPasta deberían ver. Si no llegan a usar el formato elegido, le habría puesto más nota, pero aún así, se queda en un notable alto.


4 respuestas a “Yo, Tonya – I, Tonya”

  1. Aunque yo soy mas generoso que tu, mi odio lo comparten un montón de truscolanes, truscolanas y truscolanitos, aunque no todos, que tampoco se trata de no discriminar… 🙂
    Salud