YA LO S?
España continúa siendo representada en Hilversum por un servidor
YA LO S?
España continúa siendo representada en Hilversum por un servidor
Llegó la noche del gran día y como siempre me pilla en el monte, con las cabras. En lugar del recogimiento y la meditación antes del gran momento en el que el maestro de ceremonias me informará si debo abandonar la academia, esta noche me voy a una feria de productos fotográficos y participaré en dos workshops sobre Adobe Lightroom y Photoshop CS2. A estas alturas de mi vida es más importante el aprender truquillos para retocar fotos que saber si tengo o no trabajo dentro de la multinacional en la que me prostituyo. Por descontado hay un precio a pagar por este interés fotográfico y es que hoy no hay mucho que contar, ya que estoy escribiendo estas líneas desde el trabajo en donde ha cundido la desgana del día antes y la máquina de café está de un ameno de que te cagas con tanta gente lamentándose.
En otro orden de noticias desde esta mañana están cambiando el baño de mi casa. Son dos semanas sin ducha. Tendré que mendigarle al chino permiso para usar la suya y hacerme un chás chás de vez en cuando en los sobacos y en la melenilla para que no se note mucho el cante a Pescado fresco. Cada día haré una foto y desde mañana podréis ir viendo los avances de la que se querido denominar la obra del milenio. Se sobreentiende que la foto será de las obras de mi baño y no de mi persona. Los señores que trabajan en el baño son unos profesionales del quince y vendrán cada día a mi casa a las siete de la mañana. De esta no sobrevivo. Llevo dos semanas de madrugones para poder estar en el trabajo a las nueve por culpa del curso y ahora que me las veía feliz volviendo a mi lasitud a la hora de levantarme he de volver a sacrificarme por el bien de mi casa y madrugar exageradamente. A este ritmo le terminaré cogiendo gusto a esto de andar vivo y en movimiento tan temprano, algo difícil para un espíritu oscuro como el mío que está más acostumbrado a las altas horas de la madrugada en las que se me puede oír moviéndome por los lindes de mi reino. Echaré de menos el trabajar en una empresa en la que te permiten que tú te pongas tus propios horarios de trabajo. Eso no se tiene en todos lados.
Y ya que no hay mucho que contar, digamos que hace una semana estuve con Dani en Ámsterdam para ir al cine (Good night and Good Luck). Antes de la peli le enseñé un poco la ciudad lugar que parecía desconocer, algo imperdonable para él si tenemos en cuenta que vive en este país y no conoce la capital. Hicimos el recorrido típico que incluye la casa del turco (que es real pese a lo que muchos creen), el teatro Carrè, Rembrandtplein, el Dam, el barrio chino y el barrio rojo en donde he de decir que a ambos nos sorprendió la calidad de las putas que estaban en exposición ese día, algo increíble si tenemos en cuenta que pasamos por allí a las tres y media de la tarde y las tías eran de revista de esas con las que uno se hace las manuelas. Al volver del barrio rojo nos paramos en un café a tomar un capuchino y tras la película nos desplazamos a Utrecht en donde cenamos en el Oudaen, mi restaurante favorito de la ciudad y quiero que conste que invité a Dani para conmemorar las mil distorsiones. Os hubiera pagado la comida a todos si hubieseis estado de cuerpo presente pero por desgracia no fue así y celebración solo hay una. La próxima vez estad más al tanto y veniros por aquí un par de días antes. Algo de lo que sí quiero que quede constancia es que para almorzar estuvimos en uno de esos nuevos restaurantes de comida rápida especializados en cocinar con Wok. Nos pusimos como el kiko pero a Dani le dio por echarle una salsa de esas maléficas que abrasan la garganta y el condenado por no reconocerlo se bajó los fideos entre lágrimas de pasión y gloria. En mi vida había visto a nadie llorar tanto con la comida. Impresionó hasta a la cocinera vietnamita. La mujer estaba por darle un abrazo para ayudarlo a pasar tan duros momentos.
Y eso es todo lo que tenemos para hoy mis queridos y amados lectores. Cruzad los dedos y no dejéis de mandar mensajes (ECHAR SULACO ACADEMIA, SALVAR SULACO ACADEMIA) o llamar al teléfono 902 SULACO. Mañana habrá noticias frescas y quizás hasta lo cuente.
Han sido dos semanas de vértigo. He estado en un curso y al mismo tiempo saliendo continuamente para celebrar que quizás me echen este próximo martes. Sí queridos amigos que no os interesáis por mí, existe la posibilidad de que el miércoles sea un parado, un desempleado con una casa estilosa que buceará por las páginas de búsqueda de empleo tratando de encontrar un nuevo hogar para esas ocho horas diarias en las que tenemos que prostituirnos para pagar nuestros vicios. Este tema ha estado profusamente tratado en las siguientes anotaciones: Houston, Houston, tenemos un problema … que fue donde dejé caer el asunto por primera vez, Días de prisas e historias con los primeros efectos secundarios por culpa del tema, Minueto nevado y mi agotamiento patente tras dos semanas de desquiciamiento y Música para una crisis con las tonadas que han de calmar la bestia que duerme dentro de mí. Además de este luctuoso asunto en estos quince días hemos celebrado las primeras 1000 – MIL anotaciones en distorsiones. En parte vosotros tenéis la culpa así que también es un logro vuestro. Mi vida da para mucho ultimamente y así hemos tenido también El pinchazo de la Macarena y lo duro que es arreglar este tipo de problemas cuando en la calle hay un par de grados y se te congelan las manos y Atrapados en la nieve o como casi nos quedamos en el medio de la nada por culpa de la cabezonería de un amigo mío.
El Cine es, ha sido y será un motor de esta bitácora. Estos días ha habido mucho y de muy buena calidad. Os recomiendo que leáis lo que dije en su momento sobre Me and You and Everyone We Know – Tú, yo y todos los demás que ha sido todo un descubrimiento, Brokeback Mountain – En terreno vedado (seguro que queréis leer esto), Good Night and Good Luck – Buenas noches, y buena suerte o como hacer un clásico con estilo y no podía faltar mi quiniela de los Oscars que por supuesto será un desastre como en años anteriores.
Os podréis imaginar que tras dos semanas las fotos se apilan por aquí. Tenemos el final de la serie sobre Bruselas con Koninklijk Paleis, Koninginnegalerij, Grote Markt – Grande Place y Árboles pintados. Todas estas fotos y las anteriores han quedado agrupadas en el Álbum de fotos de Bruselas . Llegaron nuevos miembros al club de las 500. Han sido – Tulipán bleuge en el club de las 500, Tulipán erre en el club de las 500 y Tulipán Carolina en el club de las 500. La nueva serie que acaba de comenzar es sobre la ciudad de Gante y las fotos que han salido hasta ahora han sido: Tranvía en dirección a Moscú y Vista desde el río. Por último una foto de la puerta de mi jardín nevada en Entrada a lo desconocido.
Además de todo esto hubo algo de tiempo para escribir algún Desvarío, esa sección legendaria que sigue siendo la preferida de la mayoría. No os perdáis bajo ningún concepto el Taller de visualización y procurad imaginaros en esa situación. También merece la pena ver la foto y leer Hijo de la Gran China para que veáis lo cabrón que puede ser mi amigo el chino.
Ya para terminar tres anotaciones que no encajan en ninguna de las otras áreas. En primer lugar Alas una pieza corta con párrafos variados sobre un tema recurrente inspirada en una canción de la banda sonora de Brokeback Mountain – En terreno vedado. Volví a hablar sobre Firefox en Extensiones en Firefox II . Os sigo recomendando encarecidamente que lo instaléis y lo convirtáis en vuestro navegador por defecto. Tenéis un enlace en la barra lateral de mi bitácora desde el que podéis descargarlo. Hacerlo por vuestro propio bien. Y ha vuelto la categoría de Cocinillas tras meses de ausencia y lo ha hecho con la receta de Jamón de cerdo relleno de champiñones.
Esto ha sido todo. Además de merecerme un premio por haber llegado a las mil distorsiones puesto que voy de cabeza al paro deberíais retrataros y regalarme algo de mis listas en amazon:
– Wishlist en Amazon UK
– Wishlist en Amazon USA
Han tenido que pasar casi diez meses desde la última vez que dejé caer una recetilla de cocina por mi bitácora. Entre que llegó el verano, me compré una casa, me mudé, me metí en obras y una vez la cosa parecía calmarse en la empresa se han empeñado en echar gente y animar a todos mis amigos a regalarme apoyo emocional en forma de cenas fuera de casa no he tenido mucho tiempo para cocinar en mi flamante y nueva cocina. Esta semana lo he logrado en dos ocasiones. La primera fue algo improvisado, un solomillo de cerdo con salsa de mostaza y acompañado de krieltjes o papas holandesas..
Este fin de semana he podido quedarme en casa sin hacer absolutamente nada, retocándome los huevos y pajariando sin rumbo fijo. Ha sido una forma de desintoxicarme de tanta movida como hay a mi alrededor. He leído, escuchado música, intentado grabar un podcast, paseado por la ciudad haciendo fotos y me he puesto al día con las series de televisión que sigo viendo varios capítulos pendientes.
El sábado por la tarde me senté rodeado de mis libros de cocina y busqué algo para preparar la cena. Después de descartar las cosas que no me apetecía comer opté por un plato de carne que ya se sabe que amansa a las fieras y alegra los estómagos. Originalmente quería cocinar lomo relleno de champiñones y foagrás. Con mi lista de la compra agarré mi bicicleta y me fui al super cargado con botellas vacías de cerveza para que me devuelvan la fianza por los envases y poder comprar nuevas. Haciendo un inciso decir que últimamente soy muy fans de la Karakter de Hertog Jan, una delicia con 7.5% de volumen de alcohol que te tumba con cuatro pero que está de morirse de buena. Para aquellos acostumbrados a los meados envasados que se venden en España deciros que esto es como la Champions League de las cervezas. Para los americanos es aún peor, porque si hay algo patético son las cervezas hechas en ese continente, todo un insulto a tremendo brebaje y que deberían estar prohibidas por ley.
Vuelvo al tema, vuelvo al tema. El primer problema que encontré en el supermercado es que no tenían lomo de cerdo. Me cagué en la gripe de los pajarracos y en la puta madre que parió a los medios de comunicación. Con tanta gripe por la tele a todas horas la gente ha dejado de comprar la carnita de pollo y ahora no hay forma de conseguir cerdo o ternera. Terminaré por comer carne de caballo que de esa siempre hay. Me fui al supermercado de al lado (por suerte en este país tienden a agruparlo todo) pero tampoco hubo suerte. Por ver, vi hasta unos moros comprando a la zorruda carne de cerdo molida. Es que ya el islam no es lo que era. Visto que me iba a quedar con las ganas decidí variar la receta y hacerla con jamón de cerdo en lugar de lomo. No es que sean similares pero igual podía funcionar. Tras comérmela he de decir que así ha sido, que limpié el plato hasta dejarlo como una patena.
Vayamos con la receta. Decir que las cantidades son para dos personas y que por descontado se puede volver a cambiar la carne y poner la original (lomo de cerdo).
Los ingredientes: 2 filetes gordos de unos doscientos gramos de jamón de cerdo (o lomo como ya he dicho), 200 gramos de champiñones (una cesta de esas que venden en el supermercado), se pueden cambiar por setas de cualquier otro tipo si se prefiere, medio limón, una cucharada de mantequilla, un manojo de perejil, cuarenta gramos de foagrás (del que más os guste), dos cucharadas de pan rallado, sal, pimienta negra y nuez moscada y otras dos cucharadas de mantequilla.
La implementación: Se lavan bien los champiñones y se separan seis que tengan un tamaño medio. Se secan y se cortan en rodajas. Reservarlos en un bol y regarlos con el zumo del medio limón. Derretir la cucharada de mantequilla en un sartén y cocinar los champiñones cortados hasta que hayan sudado toda el agua que llevan dentro. Mientras se cocinan se puede lavar el perejil, separar algunas ramitas para el adorno final y picar el resto. Cuando los champiñones estén cocinados sacarlos del fuego y ponerlos en un bol con el foagrás, el pan rallado y una charada de perejil picado. Salpimentar y añadir un poco de nuez moscada mezclando todo bien.
Ahora prepararemos la carne. Como ya he dicho han de ser filetes gruesos porque los vamos a rellenar. El lomo o el jamón se prestan bastante porque suelen venderlos en bloques. Coger el filete y con un cuchillo cortar por la mitad sin llegar a atravesarlo del todo (que se quede como un pan preparado para bocadillo). Rellenar con la mezcla que tenemos en el bol y cerrar usando palillos de madera (si es necesario). Poner en el mismo sartén que hicimos los champiñones, añadir las dos cucharadas de mantequilla y freir la carne con los champiñones restantes (que podéis cortar por la mitad). No os olvidéis de salpimentar la carne. Dejarlo unos seis minutos por cada lado, revolviendo los champiñones de vez en cuando pero procurando que a la carne solo se le de la vuelta una vez.
Cuando ya falten un par de minutos añadir el resto del perejil a los champiñones y seguir revolviendo. Al sacar poner en un plato y decorar con el perejil que guardamos al principio (si se quiere). Se puede acompañar con papas fritas o con puré de manzana, que ha sido el acompañamiento que yo he elegido.
Se tarda una media hora en total en hacer este plato (salvo que haya que hacer papas fritas). Está muy sabroso, es muy sencillo de hacer y a la hora de comerlo el foagrás junto con las setas le dan un toque exótico a la carne.
Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa