En el muelle de Mogán hay una de las urbanizaciones para turistas más bonitas que he visto en todos mis viajes. Unos bungalows rodeados por agua y llenos de flores por todos lados. Recientemente ha comenzado la construcción masiva en Mogán de edificios para oferta turística así que pronto aquel lugar dejará de ser la villa pesquera con encanto que siempre fue.
La playa de Mogán, salvo que la arreglen, es una de las peores de la isla con una arena que parece cemento pegajoso.
Una de las cosas que más me gusta de los holandeses, alemanes y nórdicos en general es su lealtad y su constancia en los temas relativos a la amistad. Esta gente es muy parca en palabras y les cuesta un huevo reconocerlo pero cuando lo hacen y te consideran un amigo lo serás para siempre. No es el estilo español de amistad, ese en el que hoy somos hermanos de sangre y mañana si nos vemos nos liamos a hostias. Es algo más calmado y que crece con el tiempo, macerándose y mejorando día a día. Por lo difícil que es entrarle a esta gente no tengo un grupo muy numeroso pero hay que reconocer que todos son de liga de campeones. Este fin de semana me ha visitado uno de mis amigos alemanes, creo que ya conté su boda hace cuatro años en la lista de distribución de distorsiones. Lo conocí en 1998 cuando yo buscaba cartearme con gente en inglés para practicar un poco y ejercitar el idioma. No recuerdo muy bien como fue pero creo que me inscribí en una lista alemana de amiguitos por la red y varios se pusieron en contacto conmigo. De ese grupo aún conservo dos amigos y con una chica perdí el contacto porque se divorció, se arrejuntó con un marine americano estacionado en Alemania y especializado en chanchullos secretos y al gringo no le hacía ni puta gracia que su coño hablara con otros hombres así que ella optó por romper la amistad. Dice muy poco en favor de ella y aún menos de él, ya que un tío tan inseguro que no quiere que su mujer hable con otros se merece que la muy puta agarre la sífilis y se la pegue una y otra vez hasta el fin de los días. Volviendo a los otros amigos que aún me quedan, después de años de rogar y de pedir en enero me confirmaron que vendrían a visitarme este fin de semana pasado. Lo típico y normal, avisar con siete meses de antelación para que te de tiempo a prepararte. Por supuesto no intercambiamos ningún tipo de mensajes al respecto hasta esta semana en la que se concretó todo. También esto es muy normal. Ellos ya me habían avisado (en Enero) y yo ya estaba preparado (gracias a mi agenda ;-))
La esposa de mi amigo alemán me odia a muerte porque siempre que la veo la reviento a caminar y es más gandula que la chaqueta de un guardia. La hijaputa siempre me hace lo mismo y se pone zapatos nuevos y que le molestan pero a mí eso no me detiene y me aseguro que le salgan llagas hasta en el carnet de identidad. Esta vez no podía ser menos y el sábado les hice el circuito completo de Ámsterdam con inicio en el Hard Rock Café, que es un lugar que maravilla a los alemanes (no tengo ni idea de por qué). Por la noche ella solo quería coger un taxi y volver a casa y yo metiéndola por las calles del barrio rojo para ver a las putillas, que con la ola de calor han tenido que ponerse en la calle puesto que en sus peceras no hay aire acondicionado y las pobres se han quedado con los coños más pasados que un huevo duro. El domingo los volví a pillar por banda y la tipa no vuelve a visitarme en quince años. La próxima vez manda a su marido solo. ?l iba encantado de la vida atendiendo a mis explicaciones, que por algo soy el mejor guía turístico nórdico y ella solo quería plantar el culo y echar raíces. Por la tarde les tenía preparada una sorpresa para arreglarme con ella y cuando se enteró se le cortó la regla. Me los llevé a mi casa y nos pasamos el resto del día de barbacoa y tertulia. La mujer hasta quiso besarme las uñas negras de los pies pero le dije que se contuviera que estoy macerándolas para que me las bese otra persona. Ellos se han comprado una casa hace poco y fliparon con las reformas de la mía y se copiaron ideas a destajo. Lo que más les llamó la atención es mi cocina, un prodigio sin parangón en la historia del mundo. También se preguntaron en donde escondo los libros y cuadros. Les expliqué que no es fashion el tener libros, que eso es algo como muy de siglo diecinueve y veinte y estamos en el veintiuno. Sobre los cuadros y las fotos no me gusta el tener cosas colgadas en las paredes. Se estropean las chacras de la casa y por eso paso.
Toda esta bobería es para decir que me dio la impresión que ya no son felices como pareja pero que seguirán viviendo juntos por su hija y por la hipoteca y todas las deudas que hay en común. Ambos parecen asumir que han jodido su vida hasta el fondo y que no hay forma de arreglarlo o al menos no hay manera que no implique mucho dolor. Ambos me envidian por la libertad que tengo de girar hacia donde empuje el viento y hacer esto o aquello sin más problemas. Cada uno escribe su libro de la vida de una forma distinta e imagino que estos amigos no quieren emborronar algunas páginas y han optado por llenar medio libro de páginas vacías hasta que el tiempo y las circunstancias les permita cambiar el rumbo y elegir rutas separadas.
Y llegamos al final del mes de Julio sin darnos cuenta. El mejor séptimo mes de la historia en lo referente al clima en este reconvertido paraíso nórdico. Al fin las temperaturas bajan y podremos volver a dormir y a refrescarnos por la noche que está muy bien eso del verano andaluz pero cansa un poco y da un poco de pena ver esos campos de césped de color amarillo. Sigo en medio de una batalla por reubicarme en la empresa. Aún no se sabe que pasará pero las jugadas sucias se suceden sin descanso y a los rumores se responde con contra-rumores. Algún día hablaré por aquí de lo que ha pasado la última semana y lo que aún está por pasar. Ya habrá tiempo de ajustar cuentas. Volviendo al mundo feliz y dichoso en el que prefiero vivir y que se concreta en la categoría Reality sucks hemos hablado De calores y muertes y también tuve algunas Conversaciones acaloradas. No hubo más porque las semanas son cortas, el calor aprieta y no apetece escribir mucho.
Estuve en el Cine y comenté lo que me pareció tanto Pirates of the Caribbean: Dead Man’s Chest – Piratas del Caribe: el cofre del hombre muerto como The Break-Up – Separados. Ambas me gustaron y las recomiendo encarecidamente a quien quiera pasar un buen rato en una sala con aire acondicionado.
Continué con ese inmenso estudio para clasificar a las mujeres llamado Hembrario que por supuesto está en la sección de Desvaríos y el capítulo de esta semana trató sobre las Marimachos.
Hacía tiempo que no hablaba sobre el Firefox así que retomamos este asunto con Temas en Firefox y algo más.
Finalmente las Fotos de la semana han estado dedicadas a la isla de Gran Canaria y hasta ahora he publicado Roque nublo con Teide al fondo , Roque Nublo y la Rana, El Monje, Puerto Rico, Playa de Amadores y La costa de Mogán.
Esto ha sido todo. Otra semanilla escueta y que despacho en un momento. Os recuerdo por enésima vez que siempre es agradable recibir esos preciosos regalos que seguro me queréis hacer y para ponéroslo fácil os apunto los enlaces a las listas que mantengo en Amazon con mis preferencias:
Junto con el cine de miedo, suelo ver casi todo lo que huele a comedia romántica. Es un género que los americanos han depurado al máximo y usualmente las películas que caen en esta cesta suelen ser entretenidas y sales del cine contento. Las reglas del cine romántico son simples. Hay un chico, hay una chica, hay un problemas y al final todo se endereza y aquí paz y en el cielo beatas. Entre medias tendrán alguna escena de lágrimas, algún momento romántico, quizás un poco de chicha aunque no es habitual que ninguno de ellos se desnude y siempre unas bandas sonoras exquisitamente seleccionadas y que siempre, siempre, siempre suenan a música de los ochenta. Dicho esto decir que hoy voy a hablar de The Break-Up o Separados que es el título que se le dio en España. Lo primero que me sorprendió es que pese al trailer te hace creer que vas a ver una comedia romántica, esta es la anticomedia romántica por excelencia.
La película trata de un julay de polígono barriobajero que se enrolla con una chocha del martes y entre polvos, corridas y bacanales acaban casados y viviendo en un chabolo de porcelanosa donde hay que mear con condón para evitar salpicar el baño. Después de un tiempo la relación se corrompe y acaban diciéndose cosillas muy malas mientras unas putas y arpías amigas de la chocha meten cizaña y los amigotes del bestia solo quieren llevar zorras callejeras a su casa para follar en un ambiente de diseño e imaginar que están en una peli de Kubrick. Pasados unos días ambos se comprarán unas novelas de Corín Tellado y las estudiarán tratando de solucionar su problema aunque el destino ya está decidido.
Como ya dije, esta es una anticomedia romántica. No hay nada en ella que te haga sentir bien y te obliga desde el primer momento a elegir un bando. Estás con la chocha o con el bestia. Estás con una familia de mariposones, frígidas y pedorras o con la familia de bestias analfabetas, brujas con escoba y brutos de bolera. Durante las casi dos horas que dura verás una guerra en la que dos personas que mantienen una relación ven como esta salta en pedazos y todo su entorno no solo no hace nada por ayudarlos sino que con sus nefastos consejos aceleran el proceso. La chica es la deliciosa y encantadora Jennifer Aniston una tía que a todos nos gustaría follar al menos treinta y tres veces. Está preciosa en cada uno de sus planos y cuando enseña carnaza consigue una empalmada unánime en el cine. Su Telly Savalas es antológico. El compañero sentimental y bestia deleznable es Vince Vaughn, un hombre que suele dar el pego y queda graciosillo en sus películas. Aquí lo hace muy bien y consigue que te creas su papel (aunque yo tomo partido por la chocha y que le den por culo a este pobre). Hay momentos para reirse y escenas bastante serias que reflejan muy bien lo que sucede cuando una pareja se rompe y lo peor de ambos sale a la luz. Las relaciones de pareja implican muchas renuncias y estos dos una vez han roto tratan de recuperar sus vidas y antiguas costumbres mientras aún viven juntos y ambos se sorprenden con lo que descubren.
Una buena película aunque quizás está siendo mal vendida ya que a algunos puede molestar el no encontrarse con lo que andaban buscando. Si quieres pasar un buen rato, agarra bien por la cadera a la piba y llévatela a pasar una tarde juntos con cine, palomitas, arrumacos y verdades a media. Ni se te ocurra llamar a los colegas para ir a ver esto. No te lo perdonarán.
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