En la parte trasera de la Frauenkirche está el Mausoleo del Emperador Luis IV de Baviera, uno que al contrario que los grandes emperadores truscolanos que jamás han existido o existirán, sí que logró apañar un buen cacho de Europa. El chamo de todas formas apuntaba alto y comenzando como duque de Baviera, se autodesignó rey de Alemania, rey de Italia y cuando se las apañó para entrar en Roma consiguió que lo proclamaran emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Además chingaba que no veas y entre las dos hembras con las que se casó, apañó dieciseis hijos. Todo eso para terminar con un mausoleo espléndido en la Frauenkirche y poco más.