Categoría: Siem Reap
Edificios viejos en Siem Reap
Terminamos el paseo por Siem Reap mirando uno de los edificios del complejo del monasterio y templo de Wat Bo, del cual vimos ayer el edificio del templo. Mientras que aquel se veía impecable y en perfectas condiciones, los monjes viven en este otro edificio mucho más cascado y que ya va necesitando una manita de pintura. Hasta ahora no hemos centrado en monumentos con siglos de antigüedad y por eso vemos templos y más templos de piedra pero tras el paso de los diferentes países que tuvieron a Camboya bajo su protectorado y particularmente los franceses, los edificios se occidentalizaron bastante y el de hoy es uno que podría perfectamente estar en cualquier rincón del sur de Europa.
El templo de Wat Bo
La inmensa mayoría de los turistas que pasan por Siem Reap no se molestan en visitar el templo y monasterio budista de Wat Bo, el cual está en la ciudad (o poblacho, según se mire). Es un complejo de edificios, alguno con mejor aspecto que otros y en el que viven monjes budistas. El lugar tiene toda la parafernalia de esa religión y al quedar totalmente fuera de la ruta turística, te conviertes en una atracción para los monjes y las personas que pasan por allí a rezar. Es un sitio muy agradable junto al río al que le faltan setecientos años de historia para llegar a tener la monumentalidad de Angkor Wat y alrededores.
Tonlé Sap
En esta última foto del lago Sap podemos ver algunas de las estructuras creadas por los pescadores para atrapar el pescado. El lago ha sido dividido por el gobierno en tres zonas, una que forma el núcleo, una de transición y una de expansión y dependiendo de las mismas, se puede pescar o es zona protegida. Aún así, hay pescadores ilegales que además usan métodos prohibidos y que no se dan cuenta que cuando muera todo el pescado, su vida tal cual la conocen habrá acabado. Ya lo están notando porque la cantidad de pescado capturado está descendiendo. Los más afortunados han encontrado en los turistas una fuente de ingresos adicionales, ya que el dinero que dejamos al visitar sus aldeas flotantes supone para ellos una parte importante de lo que recaudan. Muchas de las tiendas y bares que hay en esas aldeas flotantes son comunitarias y se reparten entre todos el beneficio.