Distorsiones

La primera película que fui a ver tras regresar de Gran Canaria fue el miércoles, día en el que trabajaba desde mi keli y vi que en cartelera tenían una supuesta peli de terror a las seis de la tarde, que es una hora a la que sí que la voy a ver, que si la ponen a las diez de la noche paso porque los chaparrones de medianoche son lo peor de lo peor. Resulta que esto no sé si es una precuela o un reboot, pero está clarísimo que en su día vi la mala The Strangers – Los extraños y la peor Los extraños: Cacería nocturna – The Strangers: Prey At Night. Al parecer han grabado tres a la vez, con lo que esto tendrá dos más. Se titula The Strangers: Chapter 1 y en España se ha estrenado la semana pasada con el mismo título porque todo el mundo sabe que la traducción es truscoluña no es nación.

Una pareja de julays la cagan hasta el fondo cogiendo la salida de la autopista equivocada.

Tenemos dos tontos que deciden salir de la autopista porque tienen hambre, les rompen el coche para reparárselo y sacarles pasta, les alquilen una cabaña y allí, una pava rara les toca la puerta y acaba atacándolos junto con otros dos o así, mientras la pareja gana el Oscar a la cobardía.

El guion no puede tener más de dos páginas porque es que no hay historia que contar y tampoco hay terror, aunque la tonta protagonista se pasa el tiempo aterrorizada o fumando porros mientras el novio dice frases estúpidas. La película copia todo lo malo y lo peor de otras pelis de terror y no se sostiene por ningún lado y siempre sabes lo que va a pasar y cómo sucederá, que es lo peor en este tipo de cine. Los actores eran de la sección de liquidación final, los peores y más baratos que pudieron encontrar y los malos, con esas caretas estúpidas, ni dan miedo, ni están a la altura del género. Lo más insultante es que está dirigida por Renny Harlin, que en su día fue un maestro del cine de acción, pero le deben haber hecho una lobotomía porque el chamo la caga. Cuando comienza se ve al chamo corriendo por el bosque como un galgo y cuando acaba, el chamo cojea que no veas en la misma escena, con lo que me pregunto si es que eran dos víctimas distintas y se mezclaron las escenas de las tres pelis. Ya a esas alturas la frase puta mielda del copón aparecía en los subtítulos regularmente. Ojalá y le hubiesen pedido a chatGPT que les revisase y mejorase los diálogos, que eran de denuncia por malos tratos a los espectadores.

Esto puede provocar desmayos y bajadas de tensión tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta. A evitar a toda costa.

Lo de ordeñar la teta hasta que ya no salga leche sino lefa es algo de lo que en este siglo se está abusando un montón y películas legendarias o series de películas legendarias ven como siguen cagando precuelas y poscuelas de ellas para aprovechar lo que los pollabobas y julandrones de márketing llaman Propiedad subIntelectual, porque al parecer ya no hay gente que tenga buenas ideas. El de hoy es un buen ejemplo. La última película de esta serie, que en realidad ya estaba fuera de la saga normal, fue en el año 2015 y nueve años después llega Furiosa: A Mad Max Saga y en España se ha estrenado con el título de Furiosa: De la saga Mad Max, que suena estúpido que no veas.

Una julay marimacho tiene ansiedad porque no hay pepinos frescos en el super.

Tenemos que en Australia, en el sitio ese seco, hay un valle con agua, árboles y gentuza y allí vive una niña que es raptada por unos y la madre, que es pelleja que no veas, va detrás de ellos y los mata y al final muere y a la chiquilla la adopta un jinameño líder de gentuza como cualquier actual presidente suciolista de gobierno. La pava medra y se hace pasar por marimacho y convence a un conductor de guaguas para que la entrene sin tocarla y eso y después supuestamente quiere coger carretera y manta y volver al poblacho de su madre. O algo así.

Yo es que ya no me acuerdo de la anterior, pero al parecer esta es una precuela de esa y tenemos ahora una niña gilipollas y antipática, que después se transforma en una modelo a la que al parecer, le han puesto una capa de repelente de polvo y suciedad que no veas porque todo el mundo está que da asco y ella está más limpia que el niño Jesús del Portal de Belén del parque San Telmo. La historia se ve muy forzada y como en cierto momento cambian a la niña y ponen a la otra pava, de repente la actuación es muy distinta, el carisma cambia y la transición fracasa. Es una peli de acción entretenida con mucha hambre y miseria, pero también con muchísimos efectos especiales cutrísimos hechos por ordenador, pero en plan pobre, que se notan a kilómetros y que estropean toda la experiencia. Lo mejorcito es Chris Hemsworth, que nos recuerda que es un buen actor y sobre todo en las escenas finales lo borda y a la pava esa que pusieron, mejor se dedica a su carrera de modelo y nos ahorra unos cuantos disgustos, que la pobre tiene menos carisma que una babosa y pese a ser follable, estamos en el cine para disfrutar una historia, que para lo otro ya está el cine porno. Las dos horas y media son criminales, esto se podía haber finiquitado en cien minutos y con la pasta que se ahorraban, podrían haber hecho buenos efectos especiales y sería un clásico.

Ya se oyen los alaridos de los miembros del Clan de los Orcos convocándose para ir en manada al cine, llevando hasta a las hembras. Probablemente espantará a los sub-intelectuales con GafaPasta. Una peli sosa y una mancha en una saga increíble.

Esta es una de esas pelis que ponen solo dos o tres veces y que después quitan de la cartelera, que saben que es más bien cine de filmoteca y Utrecht es más bien territorio de orcos. Coincidió que el pase cayó en uno de los días que laburo desde mi keli y podía ir al cine, que en los que vengo desde Bolduque no llego ni de coña. Nunca había visto el trailer y tampoco tenía ni puta idea de lo que significaba el título en inglés, pero vamos, que es una palabra que jamás he necesitado usar y que no creo que vuelva a leer u oír jamás. Se titula The Braid y en España se estrenó el año pasado a mediados de diciembre con el título de La trenza, aunque a esto le ponen truscoluña no es nación y va más gente a verla.

Tres julays en tres continentes tienen una obsesión con el pelo que no veas.

Tenemos tres historias que supuestamente quedarán relacionadas al final. En una, una pava canadiense obsesionada con el laburo y con tres chiquillos, se entera que tiene cáncer de ubres y lo oculta para poder seguir trabajando o así. En otra, una hembra italiana que trabaja en la empresa de pelucones de su papuchi, se encoña de un Sij de esos con turbante y al padre le da un infarto y en la tercera, una india intocable y que limpia mielda de la peor, quiere ir al sur con su hija porque allí las cosas le irán mejor y la niña podrá estudiar, según ella.

Esto es dramote. La canadiense con su cáncer y sus movidas de la chamba. La italiana con lo del infarto del padre, la empresa que está arruinada y las ganas que tiene que el Sij ese se la empete hasta los pelos de los güevos y la historia de la india es la peor, limpiando mielda de los cagaderos, que esta gente no pone baños en las kelis. Quedándonos con la hindú, yo de siempre he cuatripitido y hasta más que ni jarto de farlopa quiero ir de turismo a la India pero es que después de ver esta película, si me dan a elegir entre una semana en la India con todos los gastos pagados o un año en el infierno, voy de cabeza al infierno, que mira que es una puta-mielda-del copón ese país, no hay prácticamente una cosa buena sobre la India en la película, son bichos malos, rastreros, crueles y bueno, la pava esa que recogía y limpiaba mielda está casada con uno que caza ratas, que es lo que comen. La primera hora de la peli está muy bien hecha, pero después, cuando tienen que empezar a alinear las tres historias para que sepamos por qué nos las están contando, como que se les complicó o no sabían como hacerlo y el final fue algo apresurado y mal hecho. Pese a eso, le peli estuvo bien.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos y le da un patatús. Sí que puede gustar a algunos de los sub-intelectuales con GafaPasta.

El fin de semana antes de regresar a los Países Bajos tuvimos dos estrenos españoles así que en dos días consecutivos las fui a ver y la primea de esas películas era una que por el póster, no me terminaba de quedar claro si era una peli de terror o de julandreo, pero vamos, que eso no me iba a impedir ir a la sala con mis gominolas escondidas, que en la entrada tienen un cartel gigantesco diciendo que el cine tiene un bar y según la ley canaria, no se puede entrar ni comida ni bebida a los bares y por consiguiente, tampoco gominolas ni cotufas. Nunca he visto a los empleados controlando, aunque supongo que lo harán con los chiquillos y la gentuza que viste con lycras. La película se titula Caída libre.

Una julay sádica se ensaña con una inmigrante y le da candela de la peor mientras su marido se chinga a otra pava.

Tenemos a una vieja que es entrenadora de competiciones de esas de gimnasia que aburren tanto y que al parecer es super-hiper-mega famosa entre tres o cuatro porque de joven ganó premios y demás y que se entera que su marido se está chingando a otra pava y la ha empreñao. La tipa se lo toma super fatal y se ensaña con la ucraniana o rumana a la que le han dado pasaporte español para que gane medallas para nuestro país, que es la forma más fácil de ganar premios deportivos. En el trabajo, otra entrenadora le dice que deje de pasarse tanto o así y poco a poco, la tía va perdiendo los nervios porque no puede asumir que el marido eligió un chocho más lindo y joven y que el de ella está ya para hacer jareas.

Olvídate del terror. Esto es melodrama, pero de los melodramáticos. Los pintarracos de la cara en el póster es porque la pava, cuando se levanta, se pone una combinación de cremas en la cara así y después las extiende, cuando todo el mundo sabe que sería más fácil que el marido le lefe la cara, que eso tiene más vitaminas, minerales y aminoácidos. Por desgracia nos tenemos que mamar el ritual de la cara al menos dos veces y la cámara se regodea en movimientos lentos y aburridos. La crueldad del entrenamiento termina por saturarte por iterativa, que es una y otra vez, igual que los avisos de la otra entrenadora. Al final, la tipa se va rechiflando y eso habría sido muchísimo más interesante, pero está diluido entre tanta crema en la cara y entrenamientos y la película se desinfla. En el tramo final sucede algo y desde ahí, donde dije digo, digo diego o algo así y yo salí del cine sin entender una pija de lo que pasó.

Esto puede provocar diarreas y ataques de pánico tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta. No es más que un telelefilm de AntenaTriste para las tardes de los sábados que solo se puede digerar con la ayuda de una ropa vieja o una fabada.