Distorsiones

Hoy tenemos una película que estaba frito por ir a ver pero nunca me cuadraba en la filmoteca y cuando la trajeron a la cartelera de la ciudad de Utrecht en una única sesión de domingo, hice lo imposible y muchísimo más para ir a verla y ni los baldes de agua fría que me tiraron por el camino con las lluvias estas eternas me lo impidieron, que tuve que montar un tendedero en la sala para secar el pantalón chubasquero y los guantes para el regreso porque llegué al cine cubierto en agua. La película se titula The Great Escaper y en España se estrena en abril con el título de La gran escapada, que suena mucho menos espectacular y facineroso que truscoluña no es nación.

Un julay ancestral se pira a Francia a encochinarse a cruasanes, sin chimpún.

Esto está inspirado en hechos reales que sucedieron en el 2014. Tenemos que un viejo que vive con su mujer en una residencia, se entera que el viaje conmemoratorio del Día D al que quería acudir estaba lleno y no le consiguieron plaza, así que de zorrudo se escapa de la residencia y usando transportes públicos, llega hasta el ferry a Francia, en donde lo adopta otro veterano y consigue llegar allí, mientras en la residencia se monta un pitote porque se les perdió el viejo y cuando se hace público que está en Francia se convierte en una estrella internacional con todo el mundo siguiendo sus aventuras.

Esta es una película para que Michael Caine se luzca y lo consigue, es muy tierna y entrañable y tenemos también de regalo la última actuación de Glenda Jackson, que murió después de que se acabó el rodaje. Los dos están fabulosos en una película en la que te ríes y también lloras y disfrutas de un buen guion y de unos actores fabulosos. La película se empantana un poco con el otro veterano, el que ayuda al protagonista y con la movida de un veterano joven, pero pese a eso es una de esas historias que te dejan un buen regusto.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos esto te asqueará y si eres un sub-intelectual con GafaPasta, seguramente tú esperas algo mucho menos lacrimógeno y más artístico.

Este sí que fue un estreno sorpresa porque absolutamente nadie se lo esperaba y jamás habían puesto el trailer en los cines o se sabía de la existencia de la película, que aunque rodada en inglés, resulta que es una producción neerlandesa. Visto el resultado del día del preestreno, no estoy seguro si le darán mucha publicidad en los cines, ya que más de la mitad de la sala se marchó en la primera media hora y los que nos quedamos, lo hicimos mayormente por la calefacción gratuita. La película se titula Krazy House y casi seguro que no se estrenará jamás en España, ni siquiera poniéndole un título atractivo como truscoluña no es nación.

Una familia de julays raritos son invadudos por miasma rusa.

Esto empieza como si fuera una telecomedia que se graba en directo, con una pareja de acarajotados religiosos y sus hijos. En un punto tienen un problema en la cocina y unos rusos se presentan para resolver el problema solo que no lo hacen y como que raptan a la familia y a partir de ahí tenemos que la hija se enrolla con uno, el hijo resulta que es julandrón y se quiere enrollar con otro y todo va de mal en peor.

Al parecer pretendían mezclar comedia con terror pero consiguieron que la película ni de risa, ni miedo, que vamos, que es un pleno del copón, esos deberían comprar lotería que no la ganan seguro. Al principio tenemos la parte cómica con las escenas de la telecomedia, solo que todo es demasiado forzado y no da realmente risa pero luego, cuando los rusos (que en realidad son actores neerlandeses) entran en acción, la historia cambia y aparece algo que pretende ser terror pero más bien es drama del malo y después se complica, hay tiros, hay muertos y en el último segmento de la película ya no tenemos ni puta idea de lo que estamos viendo porque lo cambian continuamente y lo único que sabemos con certeza es que es una película mala y que jamás llegará a nada.

Esto será despreciado y ninguneado tanto por los miembros del Clan de los Orcos como los sub-intelectuales con GafaPasta. NO vale la pena ni recordarla.

Merece la pena comentar, sobre todo para todas las feminazis y wokes, que la directora de esta película es Sofía Coppola y que este es un caso de nepotismo, que si te miras sus películas en IMDb, ni una pasa del 6 cuando el populacho es el que vota, con lo que por mucho nombre que tenga, no deja de ser una directora más bien mediocre. Su última película está basada en un libro que escribió Priscilla Presley y se titula Priscilla y al parecer en España se estrenó con el mismo título en San Valentín porque chica, que lindo es ir al cine a ver a una hembra abusada por un macho que la pone en la cocina con sus calderos.

Una julay caliente como una burra quiere chingarse al rey del Rock.

Resulta que Elvis Presley hace la mili en Alemania y allí conoce a una pava gringa de catorce años y se encoña de ella porque estaba ahito de ver hembras con los sobacos pelúos y la corteja y eso, pero sin chingarla y después se la lleva a gringolandia y la mete en su mansión keli y la tiene como una muñeca Rosaura a la que le pone sus vestiditos y demás y después de mantenerla durante años frotando patas de cama, por fin se la chinga y la empreña o algo así.

Esto es básicamente un telelefilm y lo primero que choca es que eligieron a Jacob Elordi para hacer de Elvis y no se le parece nada de nada, empezando por la altura, que es muchísimo más alto de lo que debería. No canta, por suerte y básicamente, la película es para convertir a Elvis en un abusador de una hembra a la que trata como la basura y ella se deja y la tiene pajeándose durante años hasta que por fin se la folla después del bodorrio, que antes de eso dormían juntos pero él chingaba con otras y después de esa chingada, la empreñó y no se la volvió a follar más hasta un día que se pensó que ella se estaba chingando a otro, con lo que si creemos la película, estos dos chingaron dos veces. La historia es a ratos interesante, como la parte de Alemania, a ratos aburrida, ya que la pava se pasaba más tiempo en Graceland sola que con el otro, que además cuando llegaba siempre estaba con sus amigotes. Realmente la película es floja, aburre y al final, después de ver todas las drogas que se jincaba la Priscilla con gran gusto mientras estaba con él, te hace preguntarte como coño ha estado esta mujer décadas viviendo del cuento del gran amor de su vida cuando la cosa es que ahora dice que estaba en una relación abusiva, que mira que le ha sacado partido al tema.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos y le da un jamacullo y también aburrirá a cualquier sub-intelectual con GafaPasta. Para ver por la tele y ayudar con una digestión lenta.