Distorsiones

Parece que las películas se agrupan cuando las comento con criterios misteriosos y esta semana es la de los Sneak Preview o pelis que voy a ver sin que en teoría se sepa qué película va a ser. Por lo que he visto en las cuatro semanas que he ido, suelen ser pelis menos comerciales y que habitualmente solo puedo ver en los cines que tiene la cadena a la que estoy abonado en la ciudad de Amsterdam con lo que me estoy ahorrando viajes hasta allí y además veo las películas unas dos semanas antes de su estreno oficial. La de hoy se titula Term Life y que yo sepa no está previsto que se estrene en España pese a que se dijo que la querían titular truscoluña no es nación.

Un julay jodido y sin pagar espera que lo maten en tres semanas o algo así

Un chamo del hampa y que se dedica a organizar y vender robos para otros está en la lista negra de todo quisqui después de que uno de esos robos saliera mal y como sabe que lo van a matar, se hace un seguro para dejarle una guita a su hija y la única condición es que tiene que vivir al menos tres semanas, con lo que se pasa el día corriendo de aquí para allá con su hija mientras lo persiguen todos los criminales del universo conocido y los criminales de la pasma.

Esto apestaba a telefilm que no veas y salvo por Holanda, supongo que en el resto del mundo ahí será donde la gente se tropiece con la película, en la pantalla plana o curva de su tele o en el monitor de su ordenador o en su tableta. Es uno de esos productos que se facturan para los que quieren cine de acción con drama y persecuciones y tiroteos. A mí, ver tanto primer plano cercano me agobia porque yo no veo la tele demasiado y ese estilo no termina de gustarme. El guión es previsible y soso y todos tenemos claro como acabará. El protagonista es Vince Vaughn, actor que me gusta en las comedias pero que en este caso debía necesitar perras para pagarse unos cuantos viajes a las putas o para pintar su keli y no se molestó ni en esforzarse. Entre los malos que se la tienen jurada está el español Jordi Molla haciendo de capo sudamericano al que le matan a su hijo y que se quiere vengar a cualquier precio. Pese a que dura hora y media, se termina haciendo algo larga y para cuando comenzaron los títulos de crédito, alguien gritó en el cine marikita el último y nos echamos todos a correr hacia la salida para no perder el reto.

Jamás verá una pantalla de cine en España pero seguro que la dan en la tele y es más que probable que entre los miembros del Clan de los Orcos haya chamos que gusten de este género cinematográfico. Esto no tiene el caché para los sub-intelectuales con GafaPasta que harán bien en abstenerse. Un telefilm soso para otra siesta de fin de semana gracias a Telajinco o Antena Triste.

Ya he comentado en el blog que desde hace unas semanas siempre que puedo acudo al Sneak Preview el martes por la noche. Es una sesión con película sorpresa y aunque me han pillado bazofias, también es cierto que he visto otras muy interesantes. Por suerte, en el universo hay seres cándidos y tengo al menos dos fuertes ondeline que dan pistas unas horas y así uno llega al cine preparado. Hace unas tres semanas la película resultó ser The Man Who Knew Infinity la cual parece que se estrenó en España a mediados de mayo con el título de El hombre que conocía el infinito.

Un julay sabelotodo indio las pasa putas y canutas en la Gran Bretaña esa que no quiere ser Europeda

Esta es la historia de un chamo hindú que en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial y siendo pobre y poco educado, se montaba unas explicaciones matemáticas que no veas y un profesor titular en una universidad británica flipó tanto que lo invitó al Reino Unido. Allí el chamo tendrá que luchar para que se tomen su trabajo en serio ya que no tiene educación y no nació en el Reino Unido, con lo que obviamente no puede ser una persona muy lista ya que por eso los ingleses hasta se están yendo de Europa. En su país dejó a su hembra apalabrada, la cual es puteada a conciencia por la madre del tipo y entre los ingleses, buscarán todo tipo de excusa para desacreditarlo y al final se cogerá una enfermedad chunga que no veas y volverá a su país para diñarla.

No hace falta ni decir que un cacho de carne como yo no tenía ni puta idea de lo que hizo este indio. La película sin embargo nos da una lección sobre el tema, con un guión fabuloso que nos lleva por los momentos más significativos de su vida de una manera muy elegante y dinámica. Incluso las escenas con explicaciones matemáticas están pensadas de tal manera que no nos aburren. Decir que en este caso se confabula un buen guión con un director que sabía lo que hacía y que sacó lo mejorcito de Jeremy Irons, el cual borda su papel como profesor que trae a bicho raro y de alguna manera le termina cogiendo cariño. Este es uno de los papeles más fabulosos que ha interpretado. A su lado está Dev Patel, actor que está asociado a un montón de películas que me han parecido fantásticas y que de nuevo hace un personaje absolutamente creíble y lleno de pequeños detalles fantásticos. Hay un momento en la película en el que tiene un encontronazo en la calle con unos ingleses de esos del Brexit y que hace más o menos un siglo le daban una tunda y le decían que se vuelva a su tierra y salga de su país, que es solo única y exclusivamente para ellos. Todo el mundo en el cine flipó porque era más o menos lo que dicen ahora de los inmigrantes y es la confirmación que la historia se repite continuamente. La película es una lección de historia muy bien contada.

No es cine para los miembros del Clan de los Orcos porque no hay efectos especiales y tiene muchos diálogos pero sí que es obligatoria para todos y cada uno de los sub-intelectuales con GafaPasta.

Yo he sido fans de Steven Spielberg desde antes de siempre y soy el primero que admite que no todas sus películas son obras maestras. El hombre tiene sus puntos fabulosos y sus obras menores y mucho me temo que en este caso estamos en una del segundo grupo. Probablemente porque me crié en la Isleta, Roald Dahl no es un autor que se cruzó demasiado en mi camino y en este caso sí que no recuerdo haber leído el libro de The BFG, la cual se estrenó en España al principio de julio con el título de Mi amigo el gigante.

Una julay es raptada por un gigante que la lleva a truscoluña y la intenta convencer de que son nación

Una huérfana descubre a un gigante el cual la rapta y después resulta que a la niña le da el síndrome de Esto-es-el-colmo y se hace amiga de él porque es una bellísima persona, aunque no se puede decir lo mismo de sus vecinos, otros gigantes que tienen una dieta de niños. La chabala y el gigante tendrán que planear como liberar a la humanidad de la otra chusma y gentuza truscolana.

Hay varias cosas que me chocaron. Cuando la película comienza, la impresión es que estamos en Londres después de la segunda Guerra Mundial pero más tarde estamos en nuestros días, lo cual no tiene mucho sentido. La historia arranca de una manera muy lenta, lentísima, sin que suceda nada y con eternos diálogos entre la niña y el gigante que no conducen a ningún punto y que acaban por aburrir. Desde un punto de vista técnico, la película es una pasada pero es que el cine es algo más y aquí falta eso, el corazón, lo que nos atrapa cuando nos cuentan una historia, por más que los efectos especiales sean épicos. En la segunda parte de la peli tenemos algo de acción y la cosa se anima un poco, con momentos de humor incluidos. Mark Rylance hace un trabajo fantástico como el gigante amistoso pero la niña es del montón, no tiene nada especial y por no conseguir, no logra ni que te de asco. El TresDé no aporta nada y se lo podrían haber ahorrado. Me quedo con sentimientos encontrados. Es una película bien hecha pero el guión falla por demasiadas costuras y acaba por dejarla como algo que está bien pero que olvidas muy pero que muy pronto. No estoy muy seguro si funcionará bien con los niños ya que faltan los personajes secundarios tontos y alocados que los entretienen mientras los adultos se centran en los diálogos principales.

Me da que esto es demasiado denso para los miembros del Clan de los Orcos, que como dice el nombre de su grupo, son alimañas simples y simplonas. También falla y no llega al nivel necesario para los sub-intelectuales con GafaPasta. Una lástima.

La mayor parte de las comedias románticas requieren un trío de protagonistas para que haya algo de salsa en el mejunje. Por supuesto, uno de los elementos ha de ser algo malo o malísimo y los otros dos sufrirán sin remedio hasta llegar al final feliz con mucho chimpún. Es un género muy visto y en el que los expertos ya vemos venir las cosas poco menos que desde el primer minuto y medio. Pese a ello, si las hacen bien son películas entretenidas y no las dejo pasar, como Maggie’s Plan, la cual vi hace más de mes y medio y que dudo muchisimo que llegue a estrenarse en España pese a que la habían titulado truscoluña no es nación.

Una julay pollaboba se pasa el día maquinando desquiciada

Una pava a la que se le está pasando el caldo decide tener un hijo sin papuchi y en esos días conoce a un chamo casado y termina enamorándose de él o algo así y teniendo el crío. El tipo venía de un matrimonio con una hembra trabajadora con mucho éxito. Tres años más tarde, la chama ya no soporta a su marido y maquina un plan para que vuelva con su ex y a ella la deje en paz.

Desconozco si hay una palabra que signifique lo mismo que previsible pero con hincapié en la certeza absoluta de saberlo porque eso es precisamente lo que me pasó con esta película. El guión es tan básico y está tan poco currado que ya sabes lo que va a pasar desde un cuarto de hora antes. La comedia no termina de arrancar, la historia tiene unas lagunas terribles y los actores debían estar allí por el sobre con la guita porque nadie se molesta en crear un personaje convincente. Si aquí todos fueran desconocidos eso sería aceptable pero es que dos de los miembros del trío son Ethan Hawke y Julianne Moore y ambos dan pena de lo mal que lo hacen. De la otra, la que le da el título a la película, de esa mejor no hablar. Hay momentos en los que pretenden hacer cine feminista y al instante siguiente cambian de idea y esos bandazos terminan por agotar al espectador. Pretendieron que de cuando en cuando los actores dijeran frases así como muy avanzadas y quizás con un buen guión y un director hubiesen funcionado pero en este caso, chirrían que no veas y parecen fuera de lugar.

Hay poco más que decir. Ni es cine para los miembros del Clan de los Orcos ni para los sub-intelectuales con GafaPasta. Esto es telefilm para la hora de la siesta el sábado en Antena Triste y poco más.