Entre las cosillas que se muestran en la Prision de Hoa Lo hay una guillotina usada por franceses y vietnamitas. Tiene hasta un cubito perfecto para recoger las testas y que no te salgan rodando por el lugar.Si no fuera porque como sociedad nos hemos ablandado y aburguesado y ahora todo nos horroriza, un buen puñado de estas se podrían poner en funcionamiento y cardar la lana quitando la mierda que nos sobra. La guillotina estaba calculada como para gente con cabezas de tamaño pequeño o normal. A un kabezudo koreano ahí no lo decapitan ni de coña porque no hay manera de meter el barreño que portan entre los dos postes.
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Segundo día en Londres con vuelta nocturna en el London Eye
El relato comenzó en Primer día paseando por Londres
El segundo día en Londres comenzó con la tropa insinuando que estaban cansados. También llovía. En otoño e invierno el cambio de la guardia en el palacio de Buckinham es cada dos días y caía el sábado. El plan para la mañana era ir por allí y verlo. También decidimos cambiar desde el metro, que es muy chulo y todo lo que tu quieras pero jodido porque te pasas el día subiendo y bajando cientos de escalones cada vez que hay que cambiar de línea y optamos por movernos con guaguas, las rojas esas de dos pisos que encima, si te sientas arriba en la parte de delante, es como ir en una guagua turística. Con un viaje en dos líneas llegamos a los alrededores del palacio de Buckinham con tiempo suficiente para ver el cambio de guardia. Allí había una multitud. Llovía a cántaros. De repente los policías comenzaron a decir a todo quisqui que por culpa del mal tiempo se suspendía, un drama tremendo e incomprensible para todos los seres humanos allí presentes. Nos quedamos un rato más y vimos llegar la guardia pero con ponchos y se fueron por una puerta sin esperar. Optamos, visto el drama acuático, por tomar una nueva guagua e ir al British Museum, un paraíso para los que buscan protegerse del agua y además ver un montón de tesoros de lugares exóticos y de lo poco que queda en el universo de la zona de Siria gracias a los hijosdeputa-terroristas-islámicos que están arrasando la zona.
Este museo es fabuloso y si optas por ver las cosas más importantes e ignorar el resto, es muy agradable, aparte de tener un patio interior cubierto genial. Para cuando salimos de allí, había dejado de llover y era la hora de papear, así que nos fuimos a la pequeña Chinatown y nos encochinamos a base de bien en el Dumplings Legend.
Estando en la barriada, nos acercamos a Covent Garden, estuvimos por el mercado y los alrededores. Toda esa parte de la ciudad de Londres es la más bonita, sin mucha parafernalia pero muy interesante. Estuvimos un rato largo por allí y después, como comenzaba a oscurecer, nos fuimos a la zona del Támesis para verla de noche.
Siendo sábado, el lugar estaba petadísimo de turistas que como nosotros, iban en mareas de un lado a otro por allí. A propósito, el vídeo anterior también está aquí. Como teníamos los cuponcitos de descuentos y queríamos vivir una experiencia terrorífica y de pura acción, compramos entradas para subir en el London Eye, la noria esa enorme que casi no se mueve y que tarda una media hora en dar una vuelta. Primero te ponen una pequeña película y después te unes a las hordas hasta que te toca subir, aunque no tuvimos que esperar más de diez minutos o así.
Está claro que si el mejor blog sin premios en castellano estuviera petado de premios y con cienes y cienes de comentaristas, primaría el COPIAR+PEGAR y no habría cabido para contenido único e irrepetible como el vídeo anterior hecho desde dentro de una de las cabinas del London Eye y que también está disponible aquí. Está chachi lo de la noria pero es eternamente lento y si le pusieran un pelín más de velocidad y se pudiera dar la vuelta en diez minutos, se agradecería un montón.
Paseamos un poco más por la zona hasta que encontramos con la guagua que nos llevaba de regreso a la estación desde la que podíamos pillar el tren a nuestra keli y así, más o menos relajado acabó el segundo día.
El relato termina en La Torre de Londres y regreso a Holanda
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Dentro de la prisión de Hoa Lo
En la Prision de Hoa Lo tratan de ningunear el uso que le dieron los vietnamitas y se centran en recordar la maldad francesa (que la hubo). En una de las salas hasta aquello parece un club social con gente sentada de tertulia, de no ser por el pequeño detalle de que están todos atados por las piernas y no se pueden mover. Las historias que se cuentan en las guías turísticas y algunas de las fotos que se podían ver en las exposiciones son terribles. Este es un lugar que hay que visitar con información preparada ya que allí procuran no contarte mucho, aunque las imágenes ya eran impactantes. Independientemente del señor que manejara la batuta, allí la gente que entraba lo pasaba muy mal y muchos morían por infecciones y terribles enfermedades o directamente de hambre o como resultado de las torturas.
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Primer día paseando por Londres
Aunque ya hace un tiempillo que pasé el fin de semana en Londres, no he tenido tiempo de comentar ese viaje. Fue el destino elegido por mi madre y sus amigos mientras pasaban un par de semanas en mi casa. Como todos los viajes, comenzó con el tradicional circuito de autobús y tren al aeropuerto, en este caso el de Schiphol porque volábamos con Easyjet. Al ser nuestro destino final Londres y como el Reino Unido está fuera de Schengen, tuvimos que entrar por una puerta distinta a la habitual y sufrir el control de pasaportes. Lo curioso es que pese a esto, las salas de embarque son las mismas que para los otros aviones de las que usan la zona de la terminal reservada a los vuelos baratillos, aunque los de Schengen entran a las salas por un lado y los de afuera por otro.
El avión salió en hora y nos llevó en un suspiro hasta el Reino Unido y dos o tres suspiros más que tuvimos en un aterrizaje con viento en el que el avión se movía como una cometa y arreó un moquetazo a la pista que no veas. Esta era la primera vez en mi vida que volaba al aeropuerto de Gatwick, el cual está al sur de Londres. Después fuimos en tren hasta la estación de London Bridge y allí saltamos al metro para alcanzar la keli que alquilé, ya que siendo un grupo nos resultaba más conveniente y cómodo tener una casilla. Ese día no hicimos nada así que nos lo saltamos y llegamos al día siguiente, el viernes y primer día en Londres. Comenzamos yendo a St Paul’s Cathedral mientras la lluvia nos recibía para que nos sintiéramos como en Inglaterra. La catedral actual es del siglo XVII (equis-uve-palito-palito) y se diseñó en estilo Barroco inglés. Es conocida y famosa por su cúpula, una de las más altas del mundo y que fue la estructura más alta de la ciudad por más de doscientos cincuenta años. Es además una excepción en ese país ya que ellos no construyen las iglesias con cúpula. La visita entretiene y educa o algo así, aunque siendo el cacho de carne que soy, todo lo que me entra por una oreja me sale por la otra. Lo que sí que me quedó grabado es que no te dejan hacer fotos en el interior.
Al salir y después de pasar por un puesto de información turística fuimos a Trafalgar Square, plaza que yo veía por primera vez ya que de alguna manera, cuando pasé por esa ciudad con el Rubio no nos la tropezamos. Hicimos fotillos y tal y tal y desde allí seguimos andando y de casualidad nos topamos con The HouseHold Cavalry Museum que tiene en la puerta a dos chamos montados a caballo y la gente se hace fotos con ellos. Casualmente llegamos a la hora del chou y de repente entraron unos así en plan fastuoso y como claro, estamos hablando del mejor blog sin premios en castellano, pues quedó constancia del suceso extra ordinario aquí:
Aquellos menos afortunados pueden tratar de ver el vídeo aquí.
Ya dice el refranero que no hay dios sin tres y por eso, hice un segundo vídeo con más movida de los caballos, que me recordaban muy mucho a una chama que estudió conmigo en el instituto de la Isleta y a la que malignamente llamábamos la Rocinante y aquellos con aún más maldad le decían la yegua por los pedazos de dientes que tenía. El vídeo anterior se puede ver aquí.
Después vimos la calle enrejada con la keli del Primer Ministro británico, vimos el edificio del parlamento y el fabuloso y siempre entrañable Big Ben. Cruzamos el puente y buscamos un lugar para el papeo. Después fuimos en metro a la zona de London Bridge y visitamos el Borough Market y la Southwark Cathedral, que la tropa se me agotaba rápido. Seguimos el paseo a la vera del Támesis, que por esa zona es muy bonito y vimos desde el otro lado la preciosa cúpula de la catedral de San Pablo:
Había un julay haciendo burbujas con jabón y de ahí el toque artístico de la imagen. A la derecha se puede ver el Millenium Bridge, el puente ese de diseño que hicieron para los peatones. Después fuimos a la zona de Carnaby Street, calle peatonal con tiendas en esa tremenda ciudad y para cuando acabamos, todo el mundo estaba agotado y organicé el viaje de regreso al apartamento que alquilamos. Conseguí cansarlos a todos y ese día se negaron a volver a salir con lo que así terminó el primer día de turismo en Londres.
El relato continuó en Segundo día en Londres con vuelta nocturna en el London Eye