En Vietnam las bicicletas tienen un papel fundamental como medio de transporte y es definitivamente el más popular, seguido de las motocicletas. El país tiene un tráfico endemoniado y en el que las reglas de circulación como que se ningunean. En muchas ocasiones, la forma más rápida de ir de un lugar a otro en la ciudad es con un bicitaxi y en las zonas turísticas hay paradas como la de la foto en las que un montón de rickshaws esperan a los clientes. Todos los bicitaxis de Hanói tenían el mismo toldo, el mismo diseño y sus conductores se ponían hasta la misma camiseta y parecía ser un negocio completamente regulado. En el caso de los bicitaxis vietnamitas (al menos los de esta ciudad), el conductor va sentado detrás del pasajero (o pasajeros).
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Koninklijk Paleis en el Club de las 500
Aunque está bien cerca, solo he ido una vez a Bruselas a hacer turismo y me pareció un bodrio de ciudad. No es tanto por los edificios o parques, fue por la sensación constante de inseguridad y lo sucio que estaba todo. De esa visita, que fue hace diez años tenemos la foto de hoy, que apareció en la bitácora en febrero del 2006 en la anotación Koninklijk Paleis y hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.
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Mausoleo de Ho Chi Minh
En Hanói está el Mausoleo de Ho Chi Minh, edificio que se hizo copiando parcialmente el de Lenin y que no hace mucho quedó en sexto lugar entre los edificios más horrendos del universo, aunque los que votaron seguramente no han pasado por los aeropuertos de Madrid y Barcelona, que son aberraciones deleznables que habría que dinamitar desde anteayer. En este mausoleo tienen el cuerpo embalsamado o disecado de Ho Chi Minh, ya que él dejó escrito que quería que lo incineraran y por eso, respetando su voluntad, lo convirtieron en la pieza más codiciada de ese memorial. La foto la hice el 30 de abril, el día que los vietnamitas celebran la independencia de su país y en el lugar iban a suceder tremendas cabalgatas mostrando el poderío comunista. El mausoleo está abierto para visitas tres horas al día, con unas colas épicas y ni se pueden llevar pantalones cortos, ni se pueden hacer fotos, ni se pueden cruzar los brazos o poner las manos en los bolsillos porque al parecer, la momia se emputa que no veas y se pone a gritar que truscoluña no es nación.
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Monje budista pasándose por el forro el voto de pobreza
Todas las religiones tienen en común el abuso de los profesionales de las diferentes multinacionales que las conforman para beneficio propio. Los monjes budistas no van a ser menos que el resto y el voto de pobreza lo imprimen, lo ponen en las letrinas y así tienen un precioso papel higiénico con el que limpiar su trasero cuando jiñan. Una de las primeras veces en mi vida en la que me topé con un julay usando un iPad para hacer fotos fue en Vietnam en el 2012, cuando esto aún no era la norma, los iPads eran caros y el portador del mismo supuestamente tiene un voto de pobreza, aunque vista su túnica impoluta y que parece recién salida de la fábrica y nunca antes usada, supongo que el colega vive de puta madre con toda la pasta que saca de los fieles. Hay que ver como pasa el tiempo. Tres años más tarde, esa misma foto tendría varios iPads, teléfonos del tamaño de folios y tabletas de padre desconocido de aquellos que no pueden pagar las primeras marcas.
La foto que estaba haciendo el monje y lo que miraba todo el mundo y que está detrás del cristal, son los coches de Ho Chi Minh en el museo en el que se ha convertido su casa.