El sábado salí con Luis y uno+cero a hacer fotos por la isla de Gran Canaria. Es algo que hemos hecho en ocasiones anteriores, aunque nunca los tres juntos. Ya sé que la memoria es muy limitada pero recordaréis que puse varias fotos tomadas en la Costa Norte de Gran Canaria con Luis y que esas fotos acabaron en el Álbum de fotos de Gran Canaria y también que hice fotos con uno+cero en Maspalomas y aquellas terminaron en el Album de fotos de Maspalomas. Tengo más por procesar pero como os recuerdo cada poco tiempo, llevo un retraso legendario y terminarán viendo la luz algún día y llegarán a la bitácora en su momento.
Al comenzar nuestra excursión no teníamos un rumbo determinado. Empezamos yendo a las salinas de Tenefé, en Pozo Izquierdo, en el municipio de Santa Lucía, las únicas que quedan en activo en Canarias. Por desgracia la lluvia anegó todas las piscinas y aunque hicimos un montón de fotos, no estoy muy seguro que hayamos conseguido algo curioso y definitivamente, nada relativo a la sal, así que habrá que volver en tiempos mejores (o más cálidos).
Desde allí nos fuimos a Arguineguín y subimos por la GC-505 hacia la presa de Soria, esa obra mastodóntica que no se ha llenado jamás. Había agua corriendo por todos lados y vimos una cascada producida por un rebosadero de las presas que están por encima y nos bajamos a hacer fotos. En el lugar estaban otros grupos de curiosos y un periodista del Canarias7 se acercó a hablar con uno+cero y pedirnos permiso para hacernos algunas fotos, de las cuales una acabó en la segunda página de la edición del domingo y un par de ellas acabaron en el álbum del periódico en Internet. Uno+cero ya habló sobre el tema en la anotación Por la isla tras la lluvia y allí podréis ver un recorte de la edición online del periódico.
Después seguimos hacia la presa de las Niñas, con un precioso río que la llenaba de agua y en donde hicimos también unas fotos que espero luzcan fantásticas. Acabamos almorzando cerca de la cruz de Tejeda y regresando por la carretera de San Mateo.
Ha sido un golpe de suerte brutal que el final del temporal coincidiera con nuestra salida, la cual teníamos planeada desde primeros de diciembre. Siempre he creído que el Destino me aprecia de manera particular y me facilita mucho las cosas y este es uno de esos ejemplos, aunque estoy seguro que si no tenemos la lluvia, hubiera habido algo más que fotografiar.
Repetiremos salida la próxima vez que vuelva por la isla de Gran Canaria y Dios mediante, algún día veremos las fotos.