Esta primavera y comienzo de verano, con tantas vacaciones y ausencias de los Países Bajos se me han escapado un par de películas de terror que quería ver, algo imperdonable. El problema es que no duran demasiado en cartelera y se estrenaron durante mi viaje a Malasia. La culpa es también de los amigotes, muy poco dados al cine de terror y siempre pidiéndome que vaya al cine con ellos. El otro día engañé a uno y le dije que íbamos a ver un drama del copón y para cuando se dio cuenta que The Last House on the Left es una película de terror ya era demasiado tarde aunque no creo que vuelva a ir al cine conmigo sin comprobar por sí mismo la temática de la película. En España se ha estrenado esta semana con el título La última casa a la izquierda.
Dos julayas en la edad del chichi se van detrás del macho de las cañadas y para cuando se dan cuenta de su error, el flautista de hamelin y toda su familia les están dando caña de la buena
Dos amigas con las hormonas desarretadas conocen a un joven de aspecto inquietante y que a cambio de dejarle cigarrillos les ofrece marihuana. Se van con él a su hotel y allí mientras se lo pasan bien con el chaval llegan su padre, el tío y una chama. Resultan ser una banda de criminales muy peligrosos que agarrará a las pibas y se las llevará con ellos para liquidarlas. En algún momento la cosa se tuerce y la banda se refugia en una casa en el bosque en donde por casualidades de la vida viven los padres de una de las jóvenes, que cuando descubren que la han matado planean una venganza terrible.
Más que terror esto es angustia, pero tan grande tan grande que te deja con el cuerpo desasosegado. Primero tenemos la crueldad extrema de unos criminales que no valoran para nada la vida de los demás y después la de los padres de la chica que al saber lo que ha sucedido a su hija se tomarán la justicia por su mano y nos recordarán que hasta el más civilizado se puede convertir en una bestia miserable y rastrera si lo estimulas adecuadamente. La segunda parte, el momento en el que los padres comienzan su cruel venganza es extrañamente irreal porque no es lo que se espera de ellos y eso asusta aún más que ver a los criminales haciendo su trabajo.
Todos los protagonistas están fantásticos y las dosis de angustia muy bien dosificadas, con un ritmo que va creciendo y que para cuando estamos llegando al final, estás que te quema el asiento de la tensión tan grande. Es todo un espectáculo que se disfruta con gusto y que nos hacer recuperar la fe en un género que siempre ha sido tan maltratado.
Absolutamente recomendada para todos los que quieran pasar un rato terrorífico.
no está a la altura del resto y su papel languidece en pantalla. A ello contribuye una banda sonora que solo se puede calificar de bizarra, con canciones de los ochenta super conocidas remezcladas y reconvertidas en versiones de los años treinta, algo que definitivamente no funcionó y le quita puntos. Por lo demás, los otros protagonistas hacen un trabajo fantástico, la trama es entretenida y los diálogos chispeantes y de esos a los que hay que prestarles mucha atención. Huelga decir que hay que verla en versión original para apreciar los diferentes acentos.
