En un lugar lleno de amanitas muscaria lo más complicado es encontrar una que esté sola y con la que se pueda componer una foto que tenga un poquito de encanto. Ya he dicho que tuvimos dos grandes problemas. Por un lado el sol era excesivo y estropea los rojos y por otro había demasiada hierba. El año que viene me llevo unas tijeras y me dedico a podar el entorno de la seta antes de hacerle la foto.
-
Algunas fotos del Bokbierfestival
Hace unos días hablábamos del Bokbierfestival 2008 y aunque me hubiera gustado poner alguna foto en aquel momento no pudo ser porque mi amigo el Moreno aún no me las había dado. En la anotación mencionada anteriormente he puesto una que hice a la entrada del Beurs van Berlage con mi iPhone y el resto de las fotos fueron hechas por mi amigo. Puesto que ya hablamos del tema nos limitaremos a ver las imágenes y comentar alguna bobería al respecto.
Si tenéis curiosidad por saber que ocurre en un festival de este tipo, la foto anterior lo muestra claramente. Es un montón de gente bebiendo y pasándoselo bien mientras en el escenario un grupo toca canciones folclóricas y algunos hasta prestan atención a la música. En la imagen no se puede ver pero en los lados están los grifos de las cincuenta y pico cervezas Bok que se pueden degustar durante el festival y también fuera de la imagen están las zonas en las que uno puede enjuagar su vaso.
Los que tocaban estaban más borrachos que nosotros y en una de las ocasiones que pasamos cerca de ellos mientras descansaban pillamos a uno de ellos haciendo el payaso con una folclórica que llevaba un traje de la época en la que Escarlata O’Hara comía nabos confederados. Huelga decir que el vaso se terminó cayendo.
Por último, los legendarios grifos de los que surgen las dos mejores cervezas Bok del mundo, la IJsbok y la Ezelenbok. El colega que las servía estaba más pasado que las bragas de Carmen de Mairena y en algunos momentos se quedaba como congelado hasta que recuperaba la conciencia y comenzaba a servir de nuevo. Es lo que tiene trabajar en un entorno de riesgo como puede ser un festival cervecero, que ni te enteras que te has echado una docena de cervezas entre pecho y espalda y las cosas comienzan a moverse sin que uno pueda hacer nada por evitarlo.
-
Amanitas muscaria al sol
Ya he comentado que la sesión fotográfica de amanita muscaria estuvo algo deslucida por el exceso de luz solar. Lo notaréis en la palidez de los colores rojos y en las zonas con sobreexposición. Si hubiera estado nublado el día habría sido perfecto e imágenes como la de este bosque de amanitas lucirían como postales.
-
Domingo de fútbol Americano
Si alguien con un poder sobrenatural deseara poner a todos mis amigos en una misma habitación al mismo tiempo, además de tener que mover gente desde varios continentes se sorprendería porque son de todos los colores, razas y edades. El benjamín de ellos es el Niño y es uno de los que más buscan embarcarme en las más exóticas aventuras. En el poco tiempo que hace que nos conocemos hemos vivido ya un par de vidas y nos quedan muchísimas más por quemar.
El chiquillo es de natural deportivo y no se conforma con ser uno de los mejores tenistas holandeses sino que además está loco por el fútbol americano, deporte que practica en el Den Haag Raiders. Algún día igual pongo por aquí una foto que me hizo un día en el que después de trabajar iba a entrenar y tenía el equipo consigo. Aún mejor hubiera sido la foto de uno de los jefillos que pasó en ese momento por la puerta de nuestro despacho y al mirar hacia adentro me vio en plan Transformer tripón.
El Niño ha estado machacándome para que fuera a ver un partido durante meses y al final acordamos que iría a Nijmegen el pasado domingo y de paso aproveché para visitar a mi anterior compañero de despacho, el cual vive allí. Por culpa de labores de mantenimiento tuve que viajar via ‘s Hertogenbosch, ciudad que en español se llama Bolduque y de la que muy posiblemente jamás habéis oído hablar. Quedé en Nijmegen con un antiguo compañero de trabajo para ir a ver el fútbol y juntos llegamos al campo en el que se iba a disputar el partido.
En el tren me preparé leyendo las reglas de este deporte en la Wikipedia porque aunque os cueste creerlo, no tenía ni puta idea de las mismas y el cine americano nunca ha ayudado mucho dada la velocidad a la que transcurren las películas y al hecho de no ser muy didácticas ya que siempre asumen que los espectadores las conocen.
La prueba definitiva de la popularidad de este deporte en Holanda es que en total no debíamos ser más de diez personas los que asistíamos como espectadores. Al menos esto me dio una libertad total para disfrutar haciendo fotografías ya que tenía mucha curiosidad por probar la cámara en fotografía deportiva, haciendo fotos a destajo. En total hice casi novecientas fotos durante las tres horas que duró el partido y de todas esas descarté ochocientas y me quedé con setenta y cinco.
El fútbol americano me pareció aburrido porque es un deporte muy basado en la estrategia y el juego se interrumpe continuamente. Hubo un par de detalles técnicos que ni siquiera llegué a comprender. Después del segundo cuarto aprovechamos el intermedio para tomarnos un café en el bar del complejo deportivo y mientras hablábamos en el bar el camarero escuchó que yo le contaba a mi amigo todo sobre el Bokbierfestival de la semana anterior. El hombre se acercó y nos contó que ?l es el secretario de la organización que organiza el festival y cuando me dijo la cifra que pagan por alquilar el lugar en el que se celebra me dejó helado. Si tenemos en cuenta que no cuentan con subvenciones y que todo se paga con las entradas y la cerveza, le he prometido que el año que viene en lugar de las diez cervezas que tomo cada año me sacrificaré por la santa causa y tomaré quince o quizás veinte y que me guarden cama en algún hospital para recuperarme allí del coma etílico.
En la segunda parte del partido comenzó a obscurecer y mi cámara se lo tuvo que currar incrementando el ISO hasta niveles que con la antigua eran prohibitivos. Como curiosidad decir que hice todas las fotos en modo Tv y fijé la velocidad de disparo en 640 para conseguir congelar los movimientos de los jugadores. Usé un monopod para ganar en estabilidad y durante todo el partido tuve el objetivo Sigma 70-200 mm con un extensor de 1.4x acoplado. Si vuelvo a ver un partido mi amigo el Moreno me ha prometido que me dejará su 500 mm y seré yo el que monte el espectáculo en el campo de juego con el cañón ese apuntando hacia los jugadores.Me fascinó que en el fútbol americano se puedan cambiar los jugadores tantas veces como quieran y que en realidad los equipos están hechos por dos grupos, el atacante y el defensor. También me gustó el ver que por una vez y sin que sirva de precedente hay un deporte en el que no hay que ser musculoso y un figurín metrosexual y los equipos están compuestos por gente atlética y otros con tripa cervecera, aunque estos últimos eran unos tíos que dan miedo y que si te caen encima te borran de la tierra. A propósito, el que lleva el número 4 es el Niño.