Siempre que visito Gran Canaria tengo la duda de si habrá conexión a Internet desde la casa de mis padres o no. En casi todas mis visitas la consigo usando un viejo Linksys de primera generación parcheado que tuvo que ser retirado porque en Holanda no conseguía mantener la conexión más de un par de horas. Por suerte en las Canarias eso no es problema ya que solo lo necesito unos minutos, los que me toma revisar el correo o comprobar que la bitácora sigue su ritmo.
Con el firmware tomato le incrementé la potencia de emisión una burrada y gracias a dos redes desprotegidas que hay por allí conecto en modo puente a las mismas, términos que suenan complicados y que posiblemente lo sean si no conoces las posibilidades que tienen estos cacharros.
El router está sujeto a las persianas de una de las ventanas y allí permanece durante los días que yo ando por la isla. Me pregunto si los dueños de alguna de esas redes se habrán dado cuenta que cada tres meses alguien les sisa algo de su ancho de banda.