Mi presupuesto para cine en los tres primeros meses del año ha sido de ciento cuatro euros y con ese dinero he visto treinta y ocho películas, lo que da una media de 2.7 euros por película. En realidad el cine es caro en España, en Holanda resulta muy barato cuando tienes el abono ilimitado. Yo pago dieciocho euros al mes y con ese dinero tengo acceso ilimitado a todos los multicines de la cadena Pathé, la mejor y más extendida en el país, con cines nuevos y de excelente calidad. En Amsterdam tengo tres multicines disponibles y uno de ellos está especializado en películas de autor. Si no hubiera visitado España en realidad me habría gastado cincuenta y cuatro euros y habría visto veintiocho películas con ese dinero, lo cual da una media de 1.9 euros por película. Los otros cincuenta euros me los gasté en diez películas que vi en España, a una media de 5 euros por película. Ahí está el problema. El cine es carísimo en España y ya no te cuento si quieres comer o beber algo mientras ves la película. No me extraña que sea el país de la piratería cuando la gente tiene unos salarios miserables y los cines unos precios prohibitivos.
Mi tarjeta de cine ilimitado solo está limitada a comprar las entradas como máximo una hora antes del comienzo de la película y en caso de ver más de una peli en el mismo día (algo que yo hago a menudo), tienen que haber pasado al menos noventa minutos entre el comienzo de ambas. Por lo demás, voy una vez tras otra al cine sin más problemas, compro mis entradas en unas máquinas que hay en el vestíbulo de los cines con lo que no hago cola alguna y después entro en la sala feliz y contento. Prácticamente no veo televisión ya que cuando me apetece una peli, prefiero que sea en una sala con una pantalla enorme y un sonido espectacular.
Esto mismo lo podemos extrapolar a la música o las películas en DVD. Las diferencias de precio son de abuso en España. Cada vez que alguno de mis grupos favoritos saca un nuevo disco, me acerco al centro de Utrecht y pago 9.99 euros. El mismo precio que cuesta descargarla desde el iTunes. Si te esperas unos meses, igual lo compras por 6 o menos, dependiendo del grupo. Con películas y series sucede lo mismo. Recuerdo hace unos meses que por 9.99 te podías comprar la edición de puro lujo María con mil ochocientas treinta y seis horas más de la infame trilogía del julandrillo o los cinco euros que pagué por Kill Bill 1 + 2. Así me compré las dos primeras temporadas de Battlestar Galactica y pronto caerá la tercera.
A este ritmo, el año 2008 será un año de cine en el que por primera vez creo que superaré la legendaria cifra de las CIENTO CINCUENTA