Distorsiones

La película con la que estrené el año 2008 fue American Gangster, la cual venía avalada por Ridley Scott, un director que si está en gracia hace muy buenas películas. En este caso parecía tratarse de una de esas películas de poli bueno, malo malísimo y lucha para ver cual de los dos es más listo.

Un julay jode a un camello

Lo primero que hay que saber es que la película dura unas dos horas y media y aquellos de espíritu ligero e incapaces de aguantar durante tiempo en un cine se deberían abstener. Es una historia increíble de dos hombres, uno que se labra una carrera como importador y distribuidor de heroína usando aviones del ejército de los Estados Unidos para traer la mercancía dentro del país y el otro es el policía que a base de tesón y constancia consigue detenerlo. Podremos conocer la familia y la vida del traficante y de una forma extraña nos identificaremos con él y sentiremos lástima por lo que los policías le hacen. Hay momentos en los que el supuesto malo parece el bueno de la película y aquel que debería ser el modelo a seguir se acerca mucho al reverso tenebroso. Ambos hombres siguen caminos distintos que sabemos terminarán por colisionar. Uno enriqueciéndose a costa de las adicciones de otros y controlando el mercado por tener un producto mejor y más barato, una curiosa distorsión del modelo de vida americano y el otro es un policía honesto que está rodeado de polis corruptos y que para poder hacer su trabajo se tendrá que marchar de la ciudad y trabajar poco menos que en incógnito, luchando no solo contra los delincuentes sino contra los que se suponen que estaban allí para imponer la ley y el orden.

No se puede comentar mucho del duelo entre los protagonistas porque es de esos que hay que ver para creer. Ambos están soberbios y van sobradísimos. En resumen, que no puedo contar mucho más para no fastidiaros la película. Si te gustan los thrillers, las historias de polis y malos ambientadas en Nueva York y el cine bien hecho, estás de suerte porque esta es tu película. Procura no ir con uno de esos amigotes que malamente sabe hablar porque seguro que se te duerme al rato de comenzar.

Damos la bienvenida a los estargüazos, también conocidos como artudazos, la nueva forma de puntuación para todo aquello que se preste a valoraciones numéricas.

Aunque no estaba particularmente interesado en ir a ver The Nanny Diaries me dejé llevar por los comentarios de unos amigos y decidí arriesgarme con esta historia que por el título o su cartel promete una comedia ligera con chiquillo antipático. En España su título se tradujo por Diario de una niñera y supongo que ya la habrán sacado de las carteleras porque era una de esas películas para chiquillos que se perpetúan durante las vacaciones de Navidad.

A una julay poligonera la jode un chiquillo diabólico y una madre zorrona

Por desgracia mi instinto llevaba la razón. La película nos cuenta las desgracias y desventuras de una chica que pese a conocer todas las letras e incluso los números, decide trabajar cuidando un niño antipático en una familia adinerada y viviendo con ellos. Lo primero que aprenderá es que del dicho al hecho hay un buen trecho y a partir de ahí vamos en picado tropezando en todos los tópicos habituales. ?nicamente la espléndida visión de Scarlett Johansson ayuda a pasar el rato. Hay momentos que parecen impregnados del tedio más absoluto y otros que te suenan no de una ni dos películas, sino de decenas de ellas. Los guionistas no se complicaron y metieron en la batidora un montón de escenas y situaciones que ya habían funcionado para hacer este popurrí con el que lucir a la chica, que tendrá que sufrir lo indecible para aprender a amar y ser amada. Todo en plan cuento de hadas, con príncipe de piso de arriba que se enamora de ella tras olerle el chumino durante escasos segundos y la seguirá de por vida allá a donde vaya y una familia que de lo mala que es da hasta lástima.

No recuerdo mucho más de la película y eso quiere decir que el mecanismo para borrar aquello que no ha terminado de gustarme está funcionando perfectamente así que os sugiero que esperéis a que la estrenen por la tele y la den una tarde aburrida de verano y esa bola de paella que tratáis de procesar en vuestro estómago os pide a gritos una sesión de sofá. En el hipotético caso de gastarte el dinero en el cine, llévate a una chorba de esas fácilmente impresionables y seguro que después de la peli se la metes sin doblar.

FIN de los gallifantes. Hasta aquí han llegado. Han sido años usando los socorridos gallifantes para puntuar las películas. Los echaré de menos. Tendréis que esperar hasta la próxima para saber quien los sucede. Es un personaje entrañable que seguro que reconocéis fácilmente.