Bicicleta enmacetada a conciencia


La semana pasada ya vimos una bici engalandada y hoy tenemos otra de las que me topé cuando visité Castel GandolfoLos locales que están a ambos lados de la bici son restaurantes con lo que no promociona a ninguna floristería. Además, todas esas flores blancas se veían más falsas que truscoluña, que nunca fue ni será nación. La bicicleta realza sus ruedas con un festival de luces LED que durante el día no se notan mucho pero por la noche tiene que ser espectacular. En Castel Gandolfo viven unos nueve mil habitantes y la cantidad de bares y restaurantes es desmedida para ese número con lo que imagino que somos los turistas los que mantenemos el tinglado. Regresando a la bici, está claro que en su retiro le ha tocado posar día y noche y atraer la atención de los peatones.


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