Este es el último vídeo de la inmersión en Lankan Finolhu con las mantas y el punto y final a las inmersiones alrededor de Malé, que de ahí me marché a Guraidhoo y ahora comenzarán los vídeos del buceo por allí. La música que acompaña este vídeo es la canción Savana Dance, de Deep Forest.
Ya dije que tuve que cortar en dos el vídeo original porque era eterno y aquí seguimos en el milisegundo siguiente al vídeo de hace dos días y todas las mantas siguen estando a mi lado y directamente, en el comienzo tenemos una pasando pegadita, pegadita a mí y haciendo un giro de ciento ochenta grados, el banco de peces amarillos al lado y mantas por todos lados, a veces solas, a veces en pareja o trío, como después del primer minuto cuando hacen el trenecito tres de ellas. Habían comenzado a llegar otros buceadores, pero es que yo estaba en la zona ZEROLO total, con todas las mantas que ojito en los dos minutos y medio cuando una de ellas pasó por encima de mí y de nuevo, me tocó con su cola, que es como una varita mágica e inmediatamente detrás venía otra que se paró literalmente a centímetros de mí y se ve hasta como me dio el golpito. Después de tres minutos cambia finalmente el vídeo, pero siguen las mantas, siguen cerca o cerquísima y aproveché también para un momento selfie con manta por detrás y antes de irnos, un tiburón de punta de aleta blanca pasó también por allí a saludar y con él acabamos esta legendaria inmersión.
Como hacía tiempo que no veía a uno de mis amigos neerlandeses, acordamos, cuando yo estaba en las Maldivas y él estaba en Portugal que tras las vacaciones haríamos algo juntos, que en España es algo como para llamar y hacerlo unas horas más tarde, pero en los Países Bajos requiere el uso de la agenda y planificación, así que mi amigo me informó que el domingo pasado era su primer día disponible y a mí, que no llevo una agenda tan rigurosa como otros, me pareció bien. Este es uno que siempre quiere hacer ejercicio físico y con el que he hecho caminatas de hasta cuarenta y pico kilómetros, como todos los que leen esto regularmente saben porque todas esas rutas están muy pero que muy documentadas en el mejor blog sin premios en castellano. En esta ocasión le propuse algo que descubrí justo antes de las vacaciones en las Maldivas, cuando me invitó a cenar otro amigo y tras la cena, dábamos un paseo por la zona de Utrecht en la que vive y en un parque hecho sobre una línea ferroviaria que ya no se usa, vi una placa con un pequeño planeta y así descubrí el Planetenpad Utrecht, un paseo en el que saliendo del centro de la ciudad, hacemos un recorrido a ESCALA del sistema solar y vemos de una manera más facil de comprender, las distancias entre el sol y los planetas. Por razones que me son desconocidas, en la ruta de Utrecht se han olvidado de PLUTÓN, que para mí es un planeta y quizás el más importante por ser el que está en el quinto o en el sexto coño, aunque supongo que el problema es que habría que ponerlo muy lejos. En la ruta, ya teníamos problemas con Neptuno, que está en el recarajo y fuera de la ciudad, pero había la posibilidad de alquilar canoas junto a Urano y seguir la ruta por el Kromme Rijn, que es el río (afluente del Rín) que entra en la ciudad y que por supuesto y como está detallado en esta bitácora, ya hemos caminado). A mi amigo le moló lo de las canoas y decidimos hacer la ruta, caminando hasta Urano y seguir con canoa hasta Neptuno, con la posibilidad de cambiar esta última parte. Reservamos canoa para dos a las once de la mañana y como hay mucho gitano en el mundo, en la página güé de la empresa, te explican y te requetequete-explican, que una canoa de dos solo tiene espacio para dos y si tienes cuatro niños, que esto no es como los aviones y los metes, que tienen que coger una más grande o dividirse los padres entre dos canoas. El domingo por la mañana, con un día espectacular y no muy caluroso, nos vimos en la estación central de Utrecht y fuimos a la plaza entre el Domtoren y la iglesia a la que estuvo un día unido y allí vimos el Sol. Yo ya había creado un mapa super-hiper-mega especial que a lo mejor hasta se ve a continuación:
Lo que más impacta en esta ruta es que vamos del Sol a Mercurio, Venus, Tierra y Marte en nada de tiempo, están todos pegados, en el mapa son las letras A hasta la E y después hay que caminar un rato para llegar a Jupiter y otro rato largo para llegar hasta Saturno (letra G), que fue el que yo había descubierto originalmente y una vez pasas este planeta, es una buena caminata hasta Urano, aunque muy bonita porque vas siempre junto al río Kromme rijn. Después de visitar ese planeta, retrocedimos al lugar en el que teníamos reservada la canoa (letra I) y allí comenzó nuestra aventura acuática, solo que decidimos ir hacia la ciudad en lugar del último planeta, que la ciudad nos regalaba un paseo mucho más interesante y el día estaba muy bien.
Tardamos un rato en cogerle el punto, pero nos divertimos mucho y recorrimos el tramo final del Kromme rijn hasta el punto en el que muere y se transforma y allí seguimos el Catharijnesingel, el canal que era el foso protector del lado oeste de la ciudad antigua, yendo de norte a sur e incluso pasamos por debajo del centro comercial, experiencia única e increíble. Vimos la grua de la ciudad y llegamos hasta el Nieuwekade y al comienzo del Oudegracht paramos y nos tomamos un cafelito en uno de los cafés que están a pie del agua en ese canal, que al contrario que en Ámsterdam, en el Oudegracht puedes tomar algo o comer directamente junto al agua y ese agua es del río Rín. Después fuimos hasta el final, en el sur del casco antiguo, del Oudegracht, recorrimos un rato por diversión el Maliesingel, que sería el foso del lado este y después regresamos por el Kromme rijn hasta el punto de partida, unas tres horas y media.
De todo ese paseo he elegido algunos momentos, que se pueden ver por encima y tenemos la placa de Urano, el punto más lejano en el sistema solar al que fuimos, también vemos la antigua grúa de la ciudad, vemos al Elegido y su amigo en la canoa y también el Domtoren desde el agua del Oudegracht.
Después de dejar la canoa, regresamos de vuelta al centro andando, con lo que nos hicimos casi diez kilómetros, más el esfuerzo de la canoa y cenamos en uno de los restaurantes situados junto al agua en el Oudegracht, antes de regresar a la estación y despedirnos. Fue un día fabuloso y en algún momento tendré que ir a ver el planeta que me falta.
Llegamos al tercer vídeo de la inmersión en Lankan Finolhu y en este caso, tenía diez minutos de vídeo, no podía parar de grabar porque no paraba la acción delante de mí, así que he tenido que buscar un punto en el que cortar y en el último vídeo seguiremos viendo parte de la misma toma que hoy. Esta es la tercera y penúltima parte de los vídeos de la inmersión. La música que acompaña este vídeo es la canción Dartmoor, 1912 compuesta por John Williams.
Me pregunto cuantos panolis pueden empezar un vídeo con cuatro mandas haciendo círculos juntas y hasta donde yo sé, eso es algo exclusivo del Elegido y como cuatro eran cuatro, llega la quinta y se vienen varias hacia mí y las vemos volando sobre mí. En este punto están por delante, por detrás, por los lados y tenemos el grupo de pececillos amarillos para darle color a la toma. En el minuto y medio estamos con dos de ellas, una de frente y otra de espaldas. Todas están allí para que los pececillos las limpien. Son grandiosas y la música de John Williams les viene como anillo al dedo. Cada vez que giraba la cámara descubría más y más acción que pasaba a mi lado, aquello era el acabose. A los tres minutos y medio hay una manta a mi lado, literalmente pegada a mí y pasándome por encima tan cerca que me tocó. Esto es magia. Se fue hacia el Dive Master, dio la vuelta y volvió hacia mí. Ahí ni me acordaba de las otras cuatro que tenían que estar en algún lugar cercano. Moviendo la cámara vemos dos más y todas están a menos de dos metros de mí. A los cinco minutos y medio, otro encuentro brutal y cercano y hasta vemos los pececillos limpiándolas. Justo después de eso, tres mantas delante, haciendo piruetas, que digo tres, cuatro mantas haciendo piruetas y acabamos con otro pase por encima de mi cabeza. É-P-I-C-O
Durante las últimas cuatro Semanas, en la ciudad de Utrecht, han estado con celebraciones de esa fiesta no religiosa llamada el ORGULLO GUEY, aunque yo sigo sin entender el uso de la palabra orgullo en el concepto y mucho menos por qué dicen Gay y después nos obligan a escribir LGBTQ+++++++++ o algo así, por no decir que siempre me he preguntado y me he respondido que todas esas letras deben haber salido de Lerdos Gandules Borrachuzos Tarados Quejicas +++++++. Uno de los sábados hicieron una cabalgata en el canal de la ciudad y básicamente, vinieron todos los julandros y bolleras neerlandeses. Esta fiesta está, de una manera extraña, convirtiéndose en más importante que la de Amsterlandia porque al transformarse la capital del país en parque temático, en las cabalgatas que hacen allí, el pensamiento está en los turistas y cómo sacarles guita, mientras que la de Utrecht solo mira al mercado nacional o algo así. Puedo confirmar que el día de la cabalgata la ciudad estaba petada de gente porque aproveché para ir al cine y el 300% de las bicicletas que se cruzaban conmigo iban disfrazados de marikitas, marikones, tortilleras y cosas para las que ni siquiera tenemos palabras para describirlas.
Como parte del evento, en el centro de la ciudad y prácticamente conectado con la estación de tren, que es la más grande del país, hay un centro comercial, estilo gringo o español y es, también, uno de los más populares de los Países Bajos y el centro comercial es también la vía por la que la gente va hacia el centro, ya que está literalmente en el camino y usando el centro comercial te ahorras varios semáforos. Tiene dos vías principales y paralelas que te llevan ambas a la Vredenburgplein o la plaza del mercado, y la más ancha de las dos vías, tiene en el medio de la avenida de tiendas un montón de bancos, que habitualmente están petados de jalales, esos que no comen carne de cerdo y que también son conocidos por sus grandes aptitudes para llevar mochilas con explosivos y cuyas hembras están totalmente emburkadas, caminan varios pasos por detrás de los machos y se inspiran para comprarse su ropa en Doña Rogelia. Durante las cuatro semanas estas de celebración de la diversidad del marikoneo fino y basto, el centro comercial puso un arcoíris en el suelo de todo ese pasillo en el tramo de los bancos, seguramente de doscientos metros de largo o así.
La primera vez que pasé por allí y vi el arcoíris, había algo raro, pero no supe identificar lo que era. La segunda vez, por fin identifiqué la causa. Todos los bancos estaban vacíos y en los que se sentaba alguien, eran kabezas de queso, los jalales al parecer tienen una alergia severa al arcoíris y no se pueden sentar en un banco que esté sobre el susodicho. Durante cuatro semanas, no hubo un jalal en los bancos, ni uno y definitivamente evitaban caminar por esa calle del centro comercial y cuando el fin de semana pasado retiraron el arcoíris, inmediatamente se volvieron a llenar con los presuntos-terroristas.
Yo soy partidario de la entrega de un premio Nobel al decorador del centro comercial porque ha descubierto una solución simple, colorida y eficaz para invitarlos a regresar a sus tierras y que vuelvan a follar a sus camellos. Si pintamos guaguas, taxis, camiones, aviones, calles, pasos de peatones, aceras, todo, todo, todo, lo pintamos con los colores del arcoíris, que son unos colores preciosos, aquellos que no toleran eso se irán y Europa, el mundo y hasta el Universo saldrán ganando.
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