Los de la Disney han estado ordeñando la teta de las ideas con tanta saña que ya han decidido que lo de hacer películas originales casi que es algo pasado de moda y se han propuesto hacer la versión supuestamente real de todas sus famosas películas de animación, algo que quizás en la mente enfermiza de ellos suena bien pero que sepan que no siempre aquello que en dibujos animados funcionaba, lo seguirá haciendo fuera de ese entorno. Su último intento ha sido con la nueva versión de Dumbo, película que se ha estrenado en España con el mismísimo nombre y el subtítulo más expresivo de truscoluña no es nación.

Unos julays crían un murciélago gordo como una bosta y repelente como un truscolán

Resulta que en un circo compran una elefante embarazada y cuando pare, el bicho es feo de vicio y con unos orejones del copón y como que tiene pluma, igual que los mari kitas y con la pluma le da por volar o así, aunque no lo controla. El circo lo absorbe otro de un tipo que es tan malo pero no más que el criminal ese huido de la justicia española que folla rumanas y se mudan pero al elefante pequeño lo han separado de su madre y unos niños que al parecer o tienen elefantiasis o hablan su idioma se empeñan en arrejuntar al hijo con su madre o algo así mientras el malo acaba con un parque de atracciones y yo estoy muy confundido.

Te lo juro por las bragas de Mafalda que yo lo único que recuerdo del Dumbo original es que volaba, de la historia en sí no me acuerdo de nada pero también tengo claro que el guión que han hecho para esta es patético, es un truño épico. Salvo por un par de momentos puntuales cuando el bicho vuela, el resto es una procesión de escenas tontas, sosas y superfluas. En este desastre de película sin tón ni són, Danny DeVito está como chocheando y no sabe ni lo que dice ni lo que debe hacer, Colin Farrell no se cree ni las líneas que tiene que decir ni se le ve real la amputación de brazo hecha por ordenador, que juraría que hay escenas en las que se le nota el brazo debajo de la camisa y Michael Keaton hace el peor malo de la historia. Hay cosas que resulta mejor no tocarlas y esta historia es una de ellas. Parece que Tim Burton está acabado como director interesante, esto es un insulto a su obra.

Igual los más estúpidos de los miembros del Clan de los Orcos disfrutan con la película, dudo mucho que ni sus hijos la toleren. Definitivamente, no es algo para sub-intelectuales con GafaPasta.