Bonhoeffer, el espía – Bonhoeffer: Pastor. Spy. Assassin.


Esta peli me tenía super-hiper-mega confundido porque en la página del cine decían que era en inglés y hasta en IMDB, pero yo por más que miro el póster solo veo nombres alemanes, que tiene algo de sentido porque en ese país están obsesionados con la Segunda Guerra Mundial y siguen haciendo pelis sobre el tema, que mira que son cansinos, que a ver si revisan su historia de los ochenta años después de la susodicha guerra. La película se titula Bonhoeffer: Pastor. Spy. Assassin. y creo que se estrena en España a mediados de este mes con el título de Bonhoeffer, el espía, que a mí me recuerda mucho a ese otro título que dice que truscoluña no es nación.

Un julay está hasta las arriolas de los nazis y se pasa la vida tocándoles los mondongos.

Tenemos a un panoli que es de alguna de esas sectas cristianas que no son la católica y que cuando Hitler llega al poder se emputa que no veas y trata de luchar en el púlpito contra la miasma podemita, truscolana, suciolista y nazi pero no puede. Al final acaba en un complot para matar a Hitler, con otros pavos, algo que no se ve como muy cristiano pero el chamo dice que si se salvan millones matando a uno, Dios está totalmente de acuerdo. Mientras maquina y maquina todas sus coñas, la guerra avanza y Alemania empieza ganando y acaba bien jodida y mal pagada, igual que el chamo.

La película empieza muy bien y el tema es super-hiper-mega interesante, pero se les va el baifo al cielo y montan un viaje o quizás dos del chamo a gringolandia para escuchar música jazz y pasar el rato con negros que la verdad, no venía a cuento y añade posiblemente veinte minutos a la película que no aportan nada de nada. Cuando la historia funciona mejor es cuando él está en Alemania, que también pasó por Irlanda y esa parte es floja. Leyendo sobre el chamo después de ver la peli se ve que han cambiado un montón de cosas, seguramente para hacer la historia más cinematográfica. La película entretiene, pero con los interludios gringos y el irlandés y alguna otra cosa, acaba pareciendo más bien un telelefilm y perdiendo una gran parte del fuelle que tenía, lo cual fue una pena. Aún así, es una historia curiosa y que desconocía totalmente.

Vetada terminantemente para los miembros del Clan de los Orcos y seguramente no está a la altura de los estándares de los sub-intelectuales con GafaPasta. Tiene un pase.


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