Un día cualquiera


Hoy me apetece tener una bitácora normal y hablar de mí y mirarme el ombligo como hace todo el mundo. Esta anotación será por tanto unas pequeñas vacaciones para ayudar a enfriar mi recalentado cerebro. Esta semana he sobrevivido a una serie de desafortunados desastres en cadena. Me he pasado los días apagando fuegos que mis colegas de trabajo encendían sin darse cuenta. He tenido uno de esos periodos altamente productivos por los que soy ampliamente respetado en el trabajo. De alguna manera me las he apañado para acabarlo todo antes del fin de semana.

El resultado ha sido espectacular. Los correos de agradecimiento llueven sobre mis jefes y como siempre, pasarán por mi despacho a darme las gracias (o eso espero). Mis amigotes siempre insinúan que yo me toco mucho los huevos en la oficina, aunque ninguno me ha visto trabajar. Ayer me pasé el día colgado del teléfono arreglando problemas en Suiza y en Holanda.

Al tiempo que esto sucedía me han asignado dos nuevos productos. Ya he perdido la cuenta de las cosas de las que soy responsable, pero a este ritmo en dos años seré el único superviviente, el super-responsable de productos. Me acuerdo que cuando me asignaron el primer producto mi gerente en aquella época tenía sus dudas y decía que yo no estaba preparado. Me endiñaron una patata caliente y un año más tarde era un remanso de paz altamente productivo. Después me colocaron unas cuantas más y el milagro volvió a repetirse. Ahora ya no sorprende a nadie. Me ven hablando con dos teléfonos en tres idiomas diferentes, tomando decisiones, resolviendo problemas y les parece de lo más normal. Cuando me voy de vacaciones es cuando se dan cuenta de lo que hago. Entro tarde en las reuniones y me marcho el primero. Mantengo la red de conocimiento más sofisticada de la empresa y el equipo que trabaja conmigo es el más eficiente con diferencia y todo eso lo hacemos pasando un buen rato, sin malos rollos.

Esta semana también saqué tiempo para ir al cine, para visitar un par de barrios en Utrecht en los que estoy buscando casa y para almorzar con una vieja amiga. He salido de copas y he escrito tanto como suele ser habitual por esta bitácora. También he sabido cuales serán los próximos lugares que tendré que visitar. A muy corto plazo creo que pasaré por Frankfurt y después iré un día por Bruselas. En el primer sitio intentaré quedarme algunos días y hacer turismo, que por allí tengo amigos y la segunda será una visita relámpago.

En las próximas semanas visitaré también el Keukenhof, el parque de los tulipanes holandeses. Como en años anteriores, haré cientos de fotografías espectaculares. Será la última vez que mi vieja Canon Powershot G2 tenga el privilegio. El año que viene su lugar lo ocupará una cámara un poco mejor, espero que una Canon EOS 350D. Para la visita al Keukenhof, me compré una revista de mujeres, llamada Libelle, que trae unos cupones de descuento fantásticos. Por lo que pagan los demás, yo consigo la entrada, un poster, una bolsa de bulbos y un cafelito con tarta dentro del parque. Este es el tipo de ofertas que los extranjeros no conocen. El cupón vale para cuatro personas y se publica siempre en el número de marzo de dicha revista.

El fin de semana promete ser interesante. Mañana me lo pasaré en Amsterdam y el domingo, si se mantiene la previsión meteorológica, me pasaré el día en bicicleta. Me apetece mucho salir a cruzar los campos holandeses y hacer fotos de las flores, ahora que todo está llenándose de algo de color.

Y eso es todo por hoy. En lugar de las habituales distorsiones, un poquito de cruda realidad.

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4 respuestas a “Un día cualquiera”

  1. los parrafos del curro son un intento de MK nada encubiertos 🙂
    estas buscando para cambiar de trabajo? 😀
    jejeje

  2. No, para nada. Hoy por hoy no me muevo de esta empresa ni de coña. Estamos al borde de la desaparición y los paquetes de liquidación son geniales. Por quitar, he quitado hasta mi cv de Monster porque ya he decidido quedarme en el barco hasta que se hunda.

  3. Creo que te lo pregunté en otra ocasión, pero no sé si hubo respuesta: ¿qué fue de las fotos de flores de tu web? Recuerdo que estuve buscándolas y no las vi. Digo esto por lo de las fotos de los tulipanes, que no se te olvide ponerlas.

  4. Pris: Las fotos la tuve que quitar porque alguien comenzó a parasitarme y se disparó el consumo de ancho de banda. Estoy poniendo poco a poco en Flickr, pero como soy pobre y no hay esponsors, voy despacio. En una o máximo dos semanas iré al Keukenhof, el parque de los tulipanes, y es muy probable que haga las cuatrocientas fotos de rigor. Entonces subiré unas cuantas.
    Por ahora, si quieres ver las del viaje a Omán tendrás que ir a http://flickr.com/photos/sulaco/