Si hay algo que recordaremos en los Países Bajos de la primavera de este 2011 es que ha sido única. Nunca antes se tuvo tan buen tiempo en Holanda y durante tanto tiempo. Ya ni recordamos la lluvia, algo que puede ser fatal en un país de arena y en el que cuando se sequen los diques, se cuartearán y se romperán ya que dependen de la humedad para mantenerse en perfectas condiciones. También en estos días tenemos todo el país en alerta roja para prevenir incendios y la gente alucina porque parece que esto es España o Grecia, países más acostumbrados a ese tipo de eventos y no aquí, en el País del agua, de la hierba de un fuerte color verde y de los tulipanes.

Mañana rozaremos los veintisiete grados y seguiremos mirando al cielo y esperando que llegue una buena nube. El mar del Norte se va calentando y nos hace temer una temporada de tormentas como nunca antes la hubo, ya que abril debería ser el mes con temperaturas medias de trece grados y no por encima de los veinte. Los mismísimos tulipanes se han desquiciado y han cubierto su ciclo vital a velocidades pasmosas y los fabulosos campos llenos de color ya casi que son historia.

Esta semana ha sido también la de las visitas. Los amigos se han pasado por mi casa a ver a mis padres y los hemos agasajado como se merecen. De mi cocina han salido multitud de platos que todo el mundo devora sin rechistar. Galletas de mantequilla, magdalenas, lacitos de hojaldre, la espectacular fuente de chocolate que vuelve locos a los niños, dónuts, cristinas, salchichas con guisantes, tortillas de papa, emparedados de queso brie y edam, dátiles con beicon, gazpacho de fresas, chili con carne, estofado de carne con cerveza Guínness, calamares con salsa de chocolate, crostinis, no ha habido un día en el que no hayamos tenido algo delicioso en la mesa.Son días casi veraniegos, con el sol alumbrando desde bien pronto y hasta bien entrada la noche, de paseos por el bosque o en bicicleta, de tertulias al fresco y de mucho de eso que no existe en el universo de los dosputocerolistas y que podemos llamar amor. Por más que lo intenten, el mundo real, ese en el que interaccionas con humanos, no puede ser suplantado por los fríos bitios y la soledad de una habitación con un ordenador. El CaraCuloLibro es para perdedores, para aquellos que han renunciado a tener una buena calidad de vida.

En estos días he terminado de cuajar mis vacaciones, con prácticamente todo planificado. Comenzarán bien pronto y en ellas espero desconectarme del mundo y del universo y vivir la aventura y por supuesto, narrarla en mi diario para poder leerla en el futuro. Próximamente comenzaré con el relato de los preparativos, toda una pequeña aventura pero eso será otro día ??