En pleno centro de la ciudad está el Castillo de Dublín, un edificio al que se tragó el crecimiento urbano y lo aplastó con coches, calles abarrotadas y fealdad. Hay una pequeña parte que se puede visitar pero el día que estuve allí estaba cerrada y no pude entrar.
Puedes leer el relato que acompaña a estas fotos en Primer día en Dublín. Lluvia y encuentros divinos y si quieres ver otras fotos de la ciudad están en el Album de fotos de Dublín.