Si el día que se repartían las virtudes yo hubiera estado más atento posiblemente habría salido mejor parado pero como sucedía que estaba distraído con pensamientos libidinosos o de alguna otra naturaleza, la virtud del orden no llegó a tocarme y me he de conformar con el asombroso caos en el que vivo. Por eso y por algunas cosas más la saga del Chino salta de tema en tema sin respetar demasiado la secuencia temporal con la que suceden los eventos. Hoy retrocedemos un par de semanas, al instante en el que nuestro héroe firmó el contrato con el que se finiquita su relación con la compañía para la que trabajamos. Unos momentos antes de hacerlo envió un mensaje a TODOS los empleados con uno de sus clásicos acertijos que siempre nos fascinan tanto:
Todos Queridos,
Trabajar para mí placer ser y parecer y con ustedes por siete años últimos estar y ser y compartir. ¡Tan buenos colegas gracias dar y momentos buenos todos tener y atesorar!
Oportunidad para decirles me gustaría aprovechar y adiós y hola ser y estar y siempre de lo mejor todo en el pasado, el presente y en el futuro desear.
Chino El
Aún vibraban los cables de nuestras conexiones de red con semejante declaración de intenciones humanitarias que seguramente contiene un mensaje profundo que estudiaremos en el futuro y que quizás con una máquina Enigma podamos desencriptar cuando nos llegó un nuevo mensaje destinado a todos los empleados:
Queridos Colegas,
La empresa espera y desea que de una vez y por siempre el hijoputa que jiña en los baños y los deja hechos una mierda se pudra en el infierno del que nunca debería haber salido y no vuelva a pasar por nuestra oficina. Les rogamos que se abstengan de usar los baños de la segunda planta hasta que mañana la brigada de limpieza los ataque y los limpie porque susodicho cabrón lo ha vuelto a hacer y el baño está inservible. Le rogamos a los empleados de esa planta que sufran algún tipo de apretón que usen los baños de las otras plantas.
Esperando haberos informado convenientemente,
La Dirección
Abrí corriendo el programa de mensajería interno y le pregunté directamente:
– Chino … – dije.
– Je je je – me respondió.
– Lo has vuelto a hacer, has jiñado en el baño y has dejado el grafitti – confirmé sin lugar a dudas.
– Je je je – volvió a responder.
– Mira que eres mala persona. Las turcas de la limpieza no se merecen tus cagadas. Si realmente quieres tocarle los huevos a alguien, obra sobre la mesa del despacho de ese al que odias tanto – y no sé por qué, según lo escribí pensé que era muy mala idea el sugerirle algo así porque es capaz de hacerlo.
– Chino empresa con enfadado estar y mierda expresar con. Comida Chino especial cenar anoche para hoy regalo grande dejar. Completo triunfo ser y parecer, mensaje recibido estar – Y gracias a las virtudes de la mensajería pude reordenar las palabras para desencriptar la esencia de su idea.
– Malo, malo, malo eres. Jamás te volverán a contratar aquí y como sigas tocándoles los huevos, el día que una empresa pida referencias sobre ti se vengarán – le dije, sabiendo que no lo llegaría a entender plenamente.
– Importar al Chino no. Mi vida en el capítulo cerrado estar y parecer. ¿Café? – me dijo zanjando la conversación.
– Vale, nos vemos en dos minutos en la máquina de café de la primera planta
– Acuerdo de. Baño limpio allí estar. Dejar mensaje nuevo quizás. Je je je …
3 respuestas a “Chinmensaje de despedida”
jajajajajaja Que lástima que al chino lo licencien…¿Como nos vamos a descojonar sin sus andanzas?
Pero entenderle está chupao, mi técnica es recordarme de los tiempos de estudiar latín en bachillerato, que había que ordenar la frase antes de traducirla.
Salud
Juas, juas, juas… Déjalo hombre que cague y se exprese a gusto. Igual se fue a un curso de esos de angry management y se lo recomendaron. Con la cagalera que da el café, dios mío!
las turcas fijo que no lo echan nada de menos, lógico.