Cómo se hizo «Las vírgenes de San Telmo»


¿Cuáles son los procesos que rigen una mente enfermiza y depravada como la mía? ¿Dónde están los límites entre lo divino y lo humano? ¿Existe salvación para mí?

Estas y un millón de preguntas similares son las que nos han llevado hasta donde estamos, las que nos han traído hasta aquí. Mirando alrededor me sorprende la simplicidad de la gente, su limpia mirada al mundo sin ver nada. Cruzan por este valle de lágrimas y apenas ven lo que se nos muestra, no ven las señales que por todos lados no avisan de los peligros, dándonos pistas, indicándonos el camino.

Hoy vamos a estudiar el proceso por el que un cerebro corrupto como el mío es capaz de generar algo tan deleznable como la historia Las vírgenes de San Telmo, la cual por tanto es de suponer que has leído. Mientras en los confines de este reino llamado bitacoría o blogosfera la gente se limita en muchas ocasiones a copiar y pegar de otros medios, traducir del inglés y regodearse interpretando las estadísticas o las palabras por las que los visitantes llegan a sus cubiertas, por aquí estamos enfrascados en el peligroso y oscuro juego de la exploración del reverso tenebroso. Miramos alrededor buscando con qué sorprendernos, material que nos permita crear, aunque el resultado sea infame.

Así que cuando estoy de madrugada en plena calle con el populacho festejando mi cumpleaños, rodeado de más de cien mil personas, cargando con la cámara por si aparece algo digno de fotografiar, resulta estremecedor que la única foto que tomé esa noche fuera la de las vírgenes. Nada más verlas supe que allí había una historia. Vi los pequeños detalles que las identifican y fui capaz de atraparlos en el documento gráfico.

virginadasFijaros en el detalle del collar de perlas. ¿Cuántas mentes existen capaces de procesar esa información y relacionarla de la forma en la que lo fue? Nada más verlo arrancó un proceso mental que comenzó a hilvanar los datos y a crear la historia. Tuve que convencer a un amigo para que hiciera de cobaya, tuve que esperar el momento oportuno para que el sujeto estuviera en la posición adecuada y nada ni nadie se cruzara en el camino de mi cámara y sabía que no podría repetir la foto sin despertar recelos de la susodicha. Todo esto sucedió en unos pocos segundos, sin explicar gran cosa a mi colega.

chiringuitoEl segundo detalle que me ayudó a desarrollar la trama fue el cartel que podéis ver en esta foto. Una trama religiosa, algo sencillo y a la vez escandaloso. Mi corrupto cerebro pensó en monjas depravadas, misas negras, altares profanados, pero al final los otros detalles nos encaminaron hacia otros derroteros.

perritoEsto tuvo gran parte de la culpa. Perritos calientes, en este entorno y con esta gente nos hacía suponer que se iba a tratar de algo sexual, algo con una carga prohibida.

aquihaytomateFinalmente la botella de Ketchup. El símbolo fálico es evidente. Toda una conjuración masónica. Era una foto perfecta y lo supe desde el principio. Ahí había tomate.

Ahora era cuestión de engarzar todos estos detalles y crear algo. El collar, el tomate, la idea de salchichas, el cartel identificando a la parroquia, la puretona enjoyada hasta las bragas para trabajar en un chiringuito. Lo mezclamos todo, lo agitamos un poco, lo pasamos por los filtros de lo absurdo y lo peripatético, eliminamos lo políticamente aceptable, desvariamos un poco más de lo habitual y finalmente pulimos esa pequeño homenaje al escarnio. Aunque la foto la vi desde el principio y los detalles que quería captar también, pensar el qué hacer con ella y crearlo me ha tomado unos días. Podría escribir cinco historias totalmente diferentes a partir de esa imagen, aunque no lo haré, porque de alguna manera, la que se abrió camino hasta la superficie fue la que ganó el concurso. Así fue como se hizo Las vírgenes de San Telmo.


2 respuestas a “Cómo se hizo «Las vírgenes de San Telmo»”

  1. Gracias a esta evolución, que sin duda será copiada hasta la saciedad en la blogesfera, me siento como cuando compras un DVD y te regalan el documental del «making of».
    Lo siguiente es sacar camisetas muñecas y reproducciones de las mágicas perlas para ponerlas a la venta (con la certificación de originalidad San Telmo incluída) Quizás tus vecinas asiáticas (de quienes tengo ganas de conocer noticias nuevas) puedan ponerte en contacto con un taller de manufacturas donde se hacinen cientos de niños prepúberes, los cuales pueden dar el acabado lustroso a las megapearls San Telmo (TM) gracias a sus diminutas manos aún sin formar.

  2. Til, no se lo digas a nadie, pero anormal fue hoy al gimnasio con un collar de perlas, para encandilar a las niñas.
    Lo más curioso de esta historia es que desde el principio tuve claro que iba a hacer el como se hizo. Las escribí al mismo tiempo, y te puedo asegurar que me lo pasé bomba escribiéndolas.
    Tengo cosas que contar sobre la china, pero no sé cuando lo haré. Por ahora, el fichero «kk» que está en el escritorio de mi equipo y en el que pongo las historias, está bien surtido