Lo que más me llamó la atención del templo de Kuan Yin Teng es que estaba lleno de gente haciendo sus oraciones. Unos quemaban papeles con sus sueños o deseos, otros encendían varas de incienso y los más pachangueros compraban en la entrada unos pajaritos que liberaban y que supongo que al hacerlo, estás de alguna manera rezando. Otra cosa que me asombró allí dentro es la gentileza para que hagas fotos. Le pregunté a uno de los encargados si podía fotografiar a la gente y no solo me lo permitió, me puso en un sitio excelente y se aseguró que me marchara con una buena cantidad de fotos. También me enseñaron un poco el templo por dentro y me explicaron algunas cosas que no estaban en mi guía turística.
Una respuesta a “Dentro del templo de Kuan Yin Teng”
Siempre me ha hecho pensar la necesidad que tiene la gente de creer y rezar, yo no, por eso siempre supe que era un bicho raro…
Salud