Esta foto es el fondo de pantalla de mi portátil desde hace casi tres meses. No me canso de imaginar las cosas que sucedieron en el Coliseo y en sus alrededores, porque aunque ahora parece tan pacífico y elegante, ese lugar fue el mayor centro de entretenimiento del mundo hace dos mil años. En cualquier visita a Roma, hay que ver el Coliseo tanto de día, como de noche, cuando las luces y las sombras cambian su aspecto y lo vuelven aún más misterioso.
Una respuesta a “El Coliseo de noche”
Tremenda edificación. De lo mejor del imperio.