Todo el mundo sabe que en Viena, cuando llega el verano, todos cantan lo de vaya, vaya, aquí no hay playa y como lo que sí tienen es el Donaukanaal, con esas aguas de colores tan espectaculares en las que si te caes probablemente sufras una muerte horrenda, lo que han hecho es reconvertir un pontón y meterle una piscina dentro, ponerle su zona para tomar el sol, con sus butaquitas y demás y tratar de hacer como que aquello es una playa con una zona de baño muy pero que muy limitada. A mí no me terminó de convencer, sobre todo por esa estructura que pusieron encima de la piscina y que tapa el sol y que era como una especie de solario. Lo único positivo de la estructura sobre la piscina es que para ver a la gente en la piscina hay que ir en un barco (como iba yo) o ponerte del otro lado del Donaukanaal y tirar de tele-objetivo.
Una respuesta a “En Viena no hay playa”
Menudo armatoste mas feo…
Salud