Esta es una peli de esas marginales y que más bien es un telelefilm y que cuando llegó a los cines, la pusieron solo en un par de multicines, así que aproveché un día que fui a trabajar a la sede corporativa y al regresar a mi keli, hice una parada técnica la lado del estadio del Ajax y fui al cine y hora y media más tarde continué con el retonno. Así fue como vi Locked y en España al parecer la quieren estrenar a mediados de agosto con el título de Encerrado, que suena totalmente a truscoluña no es nación.

Un julay quinqui la caga hasta el fondo cuando se mete a robar en el carro de un joputa.

Tenemos un panoli que es un desgraciado sin pasta, al que todo le sale mal y no tiene ni para arreglar el coche y sin este no puede trabajar, que por más que la momia naranja hable de lo grande que van a hacer gringolandia, es una mielda de país y los pobres son mucho más pobres que en el resto del mundo. El chamo acaba encontrando un coche lujoso abierto, se mete y el coche se cierra y el dueño lo atrapa allí de por vida o algo así y lo tortura mientras a nadie le preocupa que haya un coche de lujo en una cagada de aparcamiento callejero. En algún punto del drama, el dueño del carro, que habla con el otro por telefonino, se arrejunta con él y se la pasan pipas diciendo gilipolladas.

Esto es básicamente una peli con un protagonista y medio. Todo el tiempo vemos a Bill Skarsgård, que es el delincuente y al que le pagaron por los noventa y cinco minutos que está en pantalla y después tenemos a Anthony Hopkins, al que seguramente le pagaron más y le dieron un contenedor de pañales de viejo y que pone la voz durante la mayor parte de la peli y en las escenas finales acompaña al otro en el carro. Esto es un telelefilm supuestamente con angustia, pero no lo logran y queda bastante soso. No es que aburra, es más bien que no es interesante porque la historia está muy estirada y la hora y media se hace muy cansina, sobre todo porque son iteraciones interminables de un chamo sufriendo en un coche y haciendo gilipolleces y la voz de otro por el telefonino, que parece ser que fue lo único que el chamo no quiso romper del coche. La película es predecible y tiene el final que me esperaba.

A evitar tanto por los miembros del Clan de los Orcos como los sub-intelectuales con GafaPasta. Esto es carnaza de digestión lenta en sobremesa de fin de semana y seguro que la acaban poniendo en Telajinco.