Aunque había misa, entré en la iglesia de Santa Sofía y hice esta foto. Por dentro la iglesia es muy ortodoxa y como siempre, el altar y todo lo demás lo tienen separado del populacho para que ninguno vea lo que hacen los curillas ahí detrás. Aquí se puede ver la cúpula, la que fue renovada no hace muchas décadas. Esta es la última foto de la serie sobre Tesalónica, ciudad que aunque me pilló con lluvias continuas, me gustó un montón y todos sabemos que la comida griega es espectacular. Tengo que regresar algún día y espero tener mejor suerte con el tiempo.