Interior de la Jesuitenkirche


Desde la calle se ve como una iglesia más bien modosita y cuando entras te encuentras con un despliegue opulento, con unas columnas de mármol épicas y el techo petado de frescos. Los frescos del techo se hicieron con perspectivas que según desde donde los miras, crean ilusiones en tres dimensiones. La iglesia merece una visita. Una curiosidad es que el edificio que está al lado es el Aula, el Gran Salón de la universidad de Viena y el lugar en el que se escuchó por primera vez en la historia del universo conocido y por conocer la Séptima Sinfonía de Beethoven.


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