El lugar que se considera el punto central de la ciudad de Nom Pen es una pequeña colina sobre la que hay un templo, el Wat Phnom y que se puede traducir como la Pagoda de la Montaña, la cual veremos mañana. Esta montañita tiene veintisiete metros de alto y está totalmente rodeada por una carretera, con lo que la convierte en una rotonda por la que pasa todo quisqui al circular por la ciudad. Llegar al lugar tiene su cosa porque el tuk-tuk se lanza cruzando carriles y después se para allí para que te bajes. La colina es un parque precioso y muy concurrido ya que el templo que hay en lo alto es el más popular de la capital de Camboya y muchos vienen a rezar, realizar ofrendas y pedir las cosas que no se les otorgarán. También está lleno de mendigos y pedigüeños y hasta había un elefante que es una celebridad local y que podéis ver en la parte izquierda de la foto. Por quince dólares te podías subir al elefante Sambo para dar un paseo por la rotonda y hacerte fotos. Este elefante trabajó allí desde los años setenta y sobrevivió a los jemeres rojos. Después de mi visita, en el 2012, retiraron al elefante, con lo que ni sueñes con hacer esta foto.
Si no eres camboyano hay que pagar un dólar por visitar la rotonda y la entrada se compra en un pequeño puesto que tienes que buscar por tu cuenta. Con ese dinero además de mejorar el parque se pagan los salarios de los veinticuatro limpiadores y de los treinta securatas que procuran que no te pase nada mientras estás allí.
Una respuesta a “La colina de Wat Phnom”
Se ve muy cuidado, es nice si…
Salud