Cada cinco años en los Países Bajos, si tenemos suerte y cae entre semana, se produce un evento quinquenal y sucedió ayer. Se trata de la celebración de la Liberación de los Países Bajos en la Segunda Guerra Mundial, que no es para nada fiesta nacional, pero las empresas, en su bondad tan absoluta y después de años y años y más décadas de lucha de los sindicatos, le dan a los empleados el día libre en los años que terminan en ZEROLO y en CINCO, coincidiendo este año con el segundo, con lo que muchísimos ayer teníamos un día de fiesta, salvo los que trabajen en hostelería, tiendas y supermercados, que esos abrieron todos, aunque con horario reducido, que es de puro cachondeo porque en el caso de los supermercados, muchos abrían de diez de la mañana a siete de la tarde, que son un jartón de horas. La fiesta es quinquenal desde 1958, aunque en los trece años que se celebró anualmente, se saltaban los años en los que caía en domingo por ser el día del señor para los reformistas y protestantes más cejudos, que esos se niegan a laburar en domingo y también a festejar. En los noventa la nombraron día nacional, que no le otorga la capacidad de ser festivo y por eso son las empresas las que lo hacen por su propia cuenta y riesgo. Por toda las ciudades neerlandesas, salvo en una, casualmente la capital y cuyo centro es un gigantesco parque temático conocido como Amsterlandia, se organizaron almuerzos en las calles a los que se podían unir los que querían, aunque por mi barrio yo no vi ninguno. Muchas casas amanecieron con la bandera neerlandesa ondeando en sus mástiles. Mirando hacia el futuro, he descubierto horrorizado que la próxima vez que caerá en un día laborable esta fiesta es en el año 2045, dentro de la friolera de veinte años y que las próximas tres veces, serán en sábado y domingo y perderemos esos días libres, que en los Países Bajos no existe el concepto de mover un día libre al lunes si cae en domingo como en algunos otros países.
El gobierno neerlandés ha estado debatiendo quitar el Lunes de Pentecostés, que es festivo nacional y que aquí se llama el segundo día de Pentecostés y cambiarlo por el Día de la Liberación, pero nosotros, los currantes, no estamos muy de acuerdo con el cambio porque el segundo día de Pentecostés es siempre un lunes, siempre, siempre y siempre, mientras que el Día de la Liberación puede caer en fin de semana y lo perdemos y es preferible un día seguro que uno probable, como nos pasó con el cumpleaños del Rey este año, que tocó en domingo y nos jodimos, no hubo día festivo y encima, el gobierno decidió que se celebraba entre el viernes y por la noche y el sábado. Vistos los poquísimos días de fiesta que tenemos en los Países Bajos, que son, el uno de enero, el Lunes de Pascua, el veintisiete de abril cumple del Rey, el segundo día de Pentecostés y el día de Navidad y el día siguiente al día de Navidad, con lo que en total nos salen seis días y cada quinquenio, siete, aunque este año, con el cumple del rey en domingo, han vuelto a ser seis días. Lo peor es saber que el 9 de junio será nuestro último día festivo hasta el día de Navidad, que tendremos una sequía espantosa.
El día cuatro de mayo, por la tarde, exactamente a las ocho de la tarde, se hace una ofrenda en el monumento a los Caídos, en Ámsterdam y a esa hora y durante un rato, para absolutamente todo en el país, incluyendo trenes, metros, autobuses, que se detienen durante dos minutos y peor aún, hasta los empleados del aeropuerto, que recuerdo que un año me pilló volando y los del control de inSeguridad pararon durante quince minutos, como los del control de pasaporte y todos los demás. Ese día la gente también pone las banderas en sus fachadas, pero a media asta, o con crespones negros.
2 respuestas a “La fiesta del quinquenio”
Que curioso, osea que si yo viajo a Ámsterdam y me caigo, ¿Me hacen un monumento? Que vaina tan increíble son esos comequesos… 🙂
Salud
Te tienes que caer por la PATRIA de los cabezas de queso y definitivamente, no puedes ser HALAL. Vegetarianos y no comedores de chancho se pueden pudrir en el infierno si se caen.