No estoy seguro si llegué a entrar, pero por fuera, la iglesia de la Santísima Trinidad es apoteósica, gracias a su estilo neogótico. La iglesia se construyó en el siglo XIX (equis-palito-equis) para la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que dada mi ignorancia en el tema religioso, puede significar cualquier cosa. Como casi todos los edificios en Irlanda, hay rejas por todos lados, que esta gente serán muy devotos y todo lo que tu quieras, pero se toman sesenta y dos cervezas y se convierten en máquinas de destrucción masiva.