
Después de volver de las vacaciones en las Maldivas, los dos primeros días me los tomé para sufrir el jetlag y el tercero elegí una peli que ponían por la tarde y que no duraba mucho, que de repente todo en la cartelera son películas de tres horas. Esta es supuestamente un clásico, aunque yo no recordaba haberla visto. Se titula Clueless y en España se estrenó con el título de Ni idea, que debe ser como se sienten todos aquellos que sueñan con truscoluña, que no es nación.
Una julay pedorra tiene tremendos picores vaginales y fiebres tifoideas porque necesita imperiosamente que le empeten un cipote.
Una gringa pija y resabida, además de millonaria, se dedica a organizar la vida amorosa de todos a su alrededor y arrejunta a dos profesores, le busca novio a la nueva panoli del instituto y para ella se echa un pavo que resulta ser julandrón, drón, drón, que mira que perdía aceite. El hermanastro de la pava, que ni es su hermano, está encoñado de ella y la sigue como perrito faldero o algo así, mientras ella se mete en todo tipo de fregaos.
Yo diría que esto más que una comedia romántica, es simplemente comedia, porque seguimos a varios personajes y todos están haciendo siempre chorradas. Supongo que se representa muy bien el cine juvenil de los noventa, pero a la película le falta algo para ser un clásico. Entretiene y divierte y tiene algunas frases épicas con las que me descojoné, pero inmediatamente sigue con una escena que no termina de cuajar y que cancela el buen momento anterior. La protagonista es Alicia Silverstone y es guapa, pero vamos, muy limitada actuando. El que resultó una sorpresa es Paul Rudd, que hace de su hermanastro y que aquí, fuera de las pelis de la Marvel, se le ve muchísimo mejor. Es una peli de palomitas y que no requiere el uso del cerebro.
La despreciarán los miembros del Clan de los Orcos y los sub-intelectuales con GafaPasta, pero definitivamente vale para pasar un rato y entretenerse.
