Ya lo comenté en Otra visita a Málaga, la razón fundamental de este viaje era el ir al Caminito del Rey, una espectacular atracción turística más que probablemente ninguneada por ciertos comentaristas del blog que viven en Sevilla y al lado del Rocío. En el medio del campo, en un lugar dejado de las manos y los pies de Dios, tenemos un paso construido en las paredes del desfiladero de los Gaitanes, de algo más de tres kilómetros de largo y con tramos en los que se camina a ciento cinco metros de altura. El camino original se hizo hace más de cien años y se consideraba por sub-intelectuales con GafaPasta y hasta por los más brutos como la pasarela más peligrosa del universo conocido. Hay ocasiones en las que lo han tenido que cerrar por alertas de proximidad de truscolanes-de-mielda. El camino tomó el nombre de una visita a la zona del rey Alfonso XIII (equis-palito-palito-palito) en 1921. Lo cerraron después de que estuviese abandonado durante décadas y muriese gente intentando cruzar, lo restauraron y ahora es una de las mejores atracciones turísticas en la naturaleza del universo. La entrada está limitadísima y en nuestro caso, reservamos desde octubre y aún así solo pillamos entradas para el domingo ya que el sábado estaba todo vendido. Por supuesto, queríamos ir a primera hora, a las nueve y media de la mañana, con lo que desde cuatro horas antes de la hora Virtuditas comenzó el zafarrancho de combate para prepararnos y llegar a tiempo. Teníamos poquísimo margen de error y llegamos al lugar con quince minutos de antelación.
La única palabra que puede servir para poner un adjetivo al Caminito del Rey es ESPECTACULAR, no hay otra forma de definirlo.
En la foto se puede ver la pasarela, el desfiladero y a la derecha un poco de las vías del tren. Comenzamos a siete grados de temperatura, una mañanita fresca y casi todos uniformados ya que mi amigo Sergio nos equipó a todos. Debajo de la pasarela actual en muchos tramos está la original y se puede ver lo dañada que estaba y aún así, la gente pasaba por la misma.
En la segunda y estremecedora foto, fijaros a la izquierda en la pasarela, y debajo se puede ver la vieja y la caidita que hay en el lugar. Todo el camino se hace con casco de obras porque los truscolanes se ponen en las montañas a tirarnos piedras por no reconocer que lo suyo es una nación. En total se recorren unos siete kilómetros, ya que los accesos están alejados y por una vez en la vida, no han destruido la naturaleza para que las culocoche como alguna que no vamos a mentar pero que todos sabemos quién es lleguen a la misma puerta. Hoy en día solo se permite el cruce de norte a sur, en cantidades limitadas y con entradas que tienen una hora y hay que estar allí con tiempo.
La tercera y última foto la hice en el Chorro y se puede ver el embalse Tajo de la Encantada. Después del paseo regresamos al punto de partida en una guagua que te lleva cada media hora y después mi amigo Sergio se empeñó en marearme y me metió por caminos de cabras con el coche durante unos cien minutos. Después fuimos a almorzar a un restaurante bar en Ardales y por la tarde regresé a los Países Bajos.
Por supuesto que tenemos un vídeo con algunos momentos del evento y que está amenizado por uno de mis favoritos de siempre, la canción Capture The Flag de la banda sonora de la película Divergente – Divergent y que interpreta Junkie XL. En el vídeo se puede ver a la gente con los cascos, la caidita del camino, con el desfiladero y el agua abajo y a los julays que estábamos allí aquel día. También se puede ver la vía del tren y hasta hay un trozo en el balcón de cristal que tanto acojona a algunos. También se ve el puente terrorífico que hay que cruzar al llegar al final. El vídeo está AQUÍ: