Yo he sido fans de Steven Spielberg desde antes de siempre y soy el primero que admite que no todas sus películas son obras maestras. El hombre tiene sus puntos fabulosos y sus obras menores y mucho me temo que en este caso estamos en una del segundo grupo. Probablemente porque me crié en la Isleta, Roald Dahl no es un autor que se cruzó demasiado en mi camino y en este caso sí que no recuerdo haber leído el libro de The BFG, la cual se estrenó en España al principio de julio con el título de Mi amigo el gigante.
Una julay es raptada por un gigante que la lleva a truscoluña y la intenta convencer de que son nación
Una huérfana descubre a un gigante el cual la rapta y después resulta que a la niña le da el síndrome de Esto-es-el-colmo y se hace amiga de él porque es una bellísima persona, aunque no se puede decir lo mismo de sus vecinos, otros gigantes que tienen una dieta de niños. La chabala y el gigante tendrán que planear como liberar a la humanidad de la otra chusma y gentuza truscolana.
Hay varias cosas que me chocaron. Cuando la película comienza, la impresión es que estamos en Londres después de la segunda Guerra Mundial pero más tarde estamos en nuestros días, lo cual no tiene mucho sentido. La historia arranca de una manera muy lenta, lentísima, sin que suceda nada y con eternos diálogos entre la niña y el gigante que no conducen a ningún punto y que acaban por aburrir. Desde un punto de vista técnico, la película es una pasada pero es que el cine es algo más y aquí falta eso, el corazón, lo que nos atrapa cuando nos cuentan una historia, por más que los efectos especiales sean épicos. En la segunda parte de la peli tenemos algo de acción y la cosa se anima un poco, con momentos de humor incluidos. Mark Rylance hace un trabajo fantástico como el gigante amistoso pero la niña es del montón, no tiene nada especial y por no conseguir, no logra ni que te de asco. El TresDé no aporta nada y se lo podrían haber ahorrado. Me quedo con sentimientos encontrados. Es una película bien hecha pero el guión falla por demasiadas costuras y acaba por dejarla como algo que está bien pero que olvidas muy pero que muy pronto. No estoy muy seguro si funcionará bien con los niños ya que faltan los personajes secundarios tontos y alocados que los entretienen mientras los adultos se centran en los diálogos principales.
Me da que esto es demasiado denso para los miembros del Clan de los Orcos, que como dice el nombre de su grupo, son alimañas simples y simplonas. También falla y no llega al nivel necesario para los sub-intelectuales con GafaPasta. Una lástima.
