Los hemos visto de culo y de frente y hoy vemos las cabezas de varios dragones desde muy cerca. Este despliegue de folclorismo a mí no me termina de convencer pero los vietnamitas se chiflaban con los barcos y se emocionaban hasta las lágrimas. En uno de esos barcos hicimos el paseo por el río. Lo de ponerle ojos a las embarcaciones como medida de protección es algo muy popular en la zona, en Birmania era prácticamente obligatorio y en Tailandia y Malasia también les ponían sus ojitos a los barcos.
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Urban Arrow Family con toldo protegiendo la cesta
La Urban Arrow Family es una vieja conocida ya que la vimos en Urban Arrow Family y en Urban Arrow Family con detalle de la cesta. Es una enorme bicicleta con una cesta gigantesca y con dos ruedas, con lo que la persona que puede llevar un montón de carga en ese cesto se lo tiene que currar a conciencia y tener un buen equilibrio. Esta bicicleta, de más de dos mil euros en la versión no eléctrica y que vale mucho más en la eléctrica, tiene entre sus accesorios una especie de cubierta protectora para la cesta, particularmente para que no entre agua. En la foto de hoy vemos una de estas bicicletas con su cubierta. La foto la hice hace un par de años en Amsterdam, cerca del cine Pathé City. La foto permite apreciar lo grande que es la cesta y como el conductor va bastante retrasado y puede tener problemas de visibilidad (o verse obligado a sacar el morro un montón) al llegar a un cruce de calles. No me suelo cruzar mucho con estas bicis y creo que con esta foto, tengo documentados todos los momentos en los que he visto una de ellas.
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Barcos dragones para pasear por el rio Perfumado
Ayer navegábamos en el río Perfumado y aunque en la imagen no se veía, lo hacía en un barco como los de la foto. Una de las cosas más populares de Hué es el paseo por el río Perfumado en estos barcos horteras que intentan emular dragones. Eran tan pachangueros que daban vergüenza propia y ajena al mismo tiempo. Como parte de mi visita programada de medio día a la ciudad de Hué, nos llevaron por el río mientras los de un barco le hacían fotos a los otros. Me recordó las carrozas de la cabalgata del carnaval en las Palmas de Gran Canaria, tenía el mismo estilo cutre aunque la diferencia es que en Hué esto lo puedes ver todos los días del año y no solo uno.
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Red Horse Beer
Aunque yo soy fans de la San Miguel Pale Pilsen y no me refiero a la mierda esa que son como meadas de vieja menopaúsica que se hace en España sino a la original Filipina, uno de los días en mis vacaciones por aquel asombroso y maravilloso país decidí traicionar a la marca y probar la Red Horse Beer, aunque si me hubiese molestado en mirar en la Wikipedia habría descubierto que en realidad esta marca también pertenece a la San Miguel (la auténtica Filipina, no la mierdosa de España). Me mosqueaba porque casi siempre la veía a precio más barato que la otra y siempre veía a los mochileros tomándola. Ahora sé la razón. Como van con cuatro céntimos de leuro, beben la Red Horse Beer porque tiene un porcentaje de alcohol del 6,9%, con lo que se emborrachan antes y ahorran guita. Es una cerveza fuerte pero que a mí me pareció mal acabada. Tenía multitud de texturas, como si hubieran tratado de echar todo tipo de ingredientes para crear un producto original pero de sabor era matona, la espuma era efímera y no te dejaba con ganas de más y de hecho, tras esta pequeña traición, jamás me molesté en volver a pedirla. En la botella se puede ver un Stallion y al parecer, según el tamaño, cada una de las variantes tiene un nombre. Esta era la de 330 ml. El sabor era demasiado dulce y no calmaba la sed, que es algo que todos buscamos cuando estamos a más de treinta grados de temperatura. En definitiva, una cerveza para olvidar.