Por fuera, el Palacio Thai Hoa o Palacio de la Suprema Armonía es un edificio sencillo de una planta con un tejado en el que hay varios dragones por aquello de ser el símbolo de la dinastia. El palacio se construyó en 1805 en madera y tiene en total ochenta columnas de madera lacada muy bonitas, todas con dibujos de dragones. Este era el palacio en el que el emperador recibía a embajadores y celebraba cualquier ceremonia solemne. Es también el principal palacio de la ciudadela de Hue.
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Rickshaw en Hué
Aunque ahora son la moda en las principales ciudades europeas, los bicitaxis, rickshaw, tuk-tuk o como los queráis llamar han estado por toda Asia desde antes del invento de truscoluña, que no es nación. Son un sistema de transporte relativamente ecológico (dependerá de la cantidad de gases que suelte el chamo que te lleva) y para las distancias cortas es más o menos rápido. En las Filipinas, sobre todo en Manila, los ves en los barrios y las viejillas los usan para ir o volver del mercado. La foto de hoy es de un rickshaw que vi en Hué. Los que hay en Vietnam suelen lleva al conductor detrás del pasajero o pasajeros, ya que a menos que seas obeso, ahí se pueden sentar dos cómodamente. En este caso el rickshaw era un pelín espartano ya que no tenía ni un cojincito para amortiguar.
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Flan de huevo en el club de las 500
Una de las primeras cosas que cociné cuando llegué a Holanda fue el Flan de huevo. Me encochinaba a base de bien, preparando un montón de flanes y jincándomelos todos. Mi amigo el Rubio y su mujer también se volvieron adictos y hasta aprendieron a hacerlos en su casa. Por suerte, la fiebre se nos pasó o estaríamos como boliches. La foto es la que adorna la anotación original de Flan de huevo y lleva por aquí desde marzo del 2009. Hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.
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Dragon dorado en la ciudadela de Hue
Cerca del palacio principal en la ciudadela, en una explanada, hay un pedazo de dragon dorado. Por supuesto o es pintura amarilla o pan de oro y con lo que llueve allí, yo soy más de creer que lo pintan con frecuencia. En muchos de los edificios y en cada rincón en el que podían ponían uno o varios dragones dorados e investigando descubrí que era porque son el emblema de la dinastía Nguyen. Al dragón no había quien le pusiese la mano encima porque con los cuarenta y pico grados que teníamos, el milagro era que no estuviera al rojo vivo.