Distorsiones

Y llegó la primera película de terror del año y el primer disgusto. En realidad hay otra en la cartelera, pero solo la ponen a las diez de la noche y me niego a ir al cine, que está casi a media hora en bici, con hielo, con frío, con lluvia y volviendo a mi casa después de medianoche y sabiendo, que he mirado en el IMDb, que esa también es malísima. En el caso de la de hoy, la ponían por la tarde y por eso fui a verla. Se titula The Piper y en España se estrenó en diciembre como La partitura, aunque esto definitivamente sonaba más a truscoluña no es nación.

Una julay se encoña con una partitura de guarretón.

Esto es el Flautista de Hamelín pero ahora con una pava acarajotada que escribe la partitura y al hacerlo invoca al flautista que se lleva a los mocosos o algo así. Si conoces el cuento, es más y más y mucho más de lo mismo. Las actualizaciones son que ahora al flautista hay que invocarlo y lo hace una acarajotada y que en vez de tocar por toda la ciudad y llevándose a los niños, está en un teatro y se lleva a los alelaos que estaban atendiendo un concierto, que yo no me creo ni jarto de farlopa que hagan un concierto para niños por la noche y que los padres nominados a padres del Año lleven a sus mocosos al susodicho y los priven de usar sus telefoninos durante tal periodo de tiempo.

Un poquito de por favor. Esto no asusta ni a un neonato. Tenemos una muerte estúpida al principio de una vieja y después, la desaparición de un niño tonto del culo, el supuesto intento de suicidio de la madre del mentado y con eso pretenden que aguantemos hasta la escena final, que aunque la peli dura noventa y cinco minutos, se te hacen como cuatro horas y cuarto. A los niños Dios no les dio el don de la actuación y son peripatéticos y de los adultos se puede decir poco más, incluyendo del fallecido Julian Sands, que si esta es su última película, es una tremenda diarrea sobre su carrera.

No sirve ni para que los miembros del Clan de los Orcos vayan al cine llevando a las hembras, que se aburrirán tanto que no les permitirán los tocamientos. Puede provocar la expulsión inmediata y la rotura de las gafas a los sub-intelectuales con GafaPasta que la vean.

Esta es una de esas pelis que aparecen en la cartelera sin que uno haya jamás de los jamases sabido de su existencia y que después, acaban resultando decepciones. Como nunca vi el trailer, no tenía ni puta idea de lo que podía tratar, aunque visto el póster, o las dos pavas se follan al enano, o entre ellas o al perro, no hay más opciones. Tampoco me quedó claro si es una comedia para reírse del enano (perdón, persona de crecimiento avaro y truscolán) o un drama porque le fallan las hormonas del crecimiento. En cualquier caso, se titula She Came to Me y en España al parecer estuvo en diciembre en la cartelera con el título Llegó a mí.

Un julay enano se chinga a dos pelanduscas.

Tenemos que un enano está casado con una psiquiatra o algo así y es escritor o compositor de óperas pero con bloqueo de autor o algo así y un día conoce a la otra pava, se la chinga, escucha su historia y hace una ópera sobre el tema. Después acaba entre estas dos hembras o algo así y el hijo de la psiquiatra tiene problemas porque su novia es menor de edad y los padres lo quieren denunciar por abuso a menores y se montan un plan para casar a los adolescentes en otro estado para que así se divorcien dos años después y nadie vaya a la cárcel.

Definitivamente, una de esas películas con las que yo no puedo conectar, la historia me pareció absurda (y mira que yo me creo los guiones de la Guerra de las Galaxias) y tampoco terminaba de creerme que dos hembras follables y en plena madurez elijan al chincheta ese que es feo y tiene una mala baba que no veas, que al perro lo tuvieron que vacunar de la rabia para protegerlo del humano. La historia del adolescente es superflua, resulta que su novia es la hija de la que le limpia la keli a su madre, que se lleva mejor con el enano que con la madre y que la otra hembra, que está chiflada, resulta al final que es una bellísima persona chiflada como una jaira. Y entre pitos y flautas, te jincan dos platos de ópera y tenemos en pantalla a un montón de gente dando berridos y tú preguntándote qué carajo de película has ido a ver. Trataron de meter tanto que al final, no me quedó nada claro.

Los miembros del Clan de los Orcos liderarán la huida de la manada a la que se unirán, por la retaguardia, los sub-intelectuales con GafaPasta. Esto apesta a telelefilm.

Esta de hoy es una que yo esperaba como agua de charco, porque el trailer es fabuloso y que coño, si yo de siempre he sido fans de las comedias románticas, que yo no lo niego, a mí estas pelis me molan un montón y con sus finales super-hiper-mega felices. Aún así, tardé en ir a verla porque no me cuadraban los horarios en el cine y elegía otras, o llovía, o helaba y había hielo en las calles y por más que la quiera ver, tampoco voy a arriesgarme a escoñarme por una peli. Al final la conseguí empotrar en una doble sesión de fin de semana y que nadie se engañe, que pee a la puntuación que le doy la volveré a ver. Se titula Anyone but You y en España se estrenó como Cualquiera menos tú, que yo sigo pensando que truscoluña no es nación es una traducción más literal.

Un julay y una julay están encoñados pero como que se niegan a reconocerlo, pero vamos, que hay chimpún.

Tenemos que unos pavos tienen una primera cita fabulosa y en la que hasta chingaron pero por la mañana la pava huye de la keli del pavo y este se emputa que no veas y cuando viene un amigote a su keli, ella le oye decir que en realidad no fue más que una follá. A partir de ahí hay mal rollo, aunque él no sabe por qué y lo peor es que la hermana de la pava se encoña del mejor amigo del otro y cuando celebran la boda en Australia, ambos van para allá y para que la familia les deje tranquilos, simulan una relación ficticia aunque en realidad quieren chingar y chingar hasta que diluvie. O algo así.

Una comedia romántica en Sydney, con unos escenarios fabulosos, con risas, con amor y desamor, siguiendo el patrón clásico de estas pelis, como las hacían antes de que llegaran los buenistas y se cargaran el cine. Aquí tenemos un pavo que le gusta una pava y aunque nos empetaron a unas lesbianas como secundarias, es una comedia romántica, entretenida, divertida y bien acabada, con las volatadas habituales del género y un final cantadísimo y que se veía venir desde antes de empezar la peli mirando el póster. Mencionar también que en el final hay una canción que aparece varias veces en la peli y que ahí canta todo el mundo en diferentes escenas y que seguramente convierte los títulos de crédito en unos de los mejores de la historia del cine de este milenio.

Todos sabemos que ni los miembros del Clan de los Orcos ni los sub-intelectuales con GafaPasta tienen estómago para este tipo de cine, pero si lo que quieres es algo ligero y que no te amargue, esta es una buena opción.