Saliendo del Foro de Pompeya en dirección a la casaputas o Lupanar, en la intersección entre la Via del Foro y la Via della Fortuna nos encontramos con el Arco di Caligola. Por supuesto, el empedrado de la calle es el original de las legendarias vías romanas que cruzaron toda Europa y que han durado miles de años. El arco honorífico nos da idea de una civilización muy desarrollada, aunque aún más nos lo dan las aceras de la calle, un concepto que con la caída del Imperio Romano se perdió durante siglos y que por ejemplo, en Asia, jamás tuvieron y el que lo dude, que vaya a Penang y ya verás como las pasas putas andando por carreteras con un tráfico endemoniado y jugándote la vida porque esa gente no se enteró del invento de las aceras y de las casas se sale directamente al asfalto.
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Probando y fallando una y otra vez
Llevo unos días con el pedazo de cabezón que me gasto super-vacío. Cuando abro el Notepad++ para escribir una chorrada para la bitácora, se me vacía de ideas y acabo desistiendo. No sé si esto será un efecto colateral del resfriado de la semana pasada o que estamos de sequía. Lo peor es que cuando voy en bicicleta y escuchando un audiolibro se me ocurren unas anotaciones de fábula y después cuando las quiero escribir las tengo totalmente olvidadas. Vayamos por lo seguro y hablemos de tonterías. La semana pasada intenté tres veces hacer tortillas de carnavales, pero las auténticas y de verdad, que son las que se hacen en Gran Canaria. Mi madre me pasó la receta de mi abuela pero como siempre, los hombres venimos de una galaxia muy pero que muy lejana y las mujeres de una barriada periférica a la Tierra. Si alguien me pide la receta de mis fabulosas y fantásticas Galletas de chocolate, yo indico con gramos las cantidades que hay que usar y hay que ser manco o truscolán para no conseguir un producto con el mismo nivel de perfección que yo logro. Lo mismo se puede decir de todas y cada una de mis recetas. Eso es lo que obtenemos en el planeta de los hombres, precisión absoluta. Cuando me pasan la receta de las tortillas de carnavales, todo es a boleo, salvo por los tres huevos. Sabemos que llevaban semillas de matalahúva, canela, cáscara rallada de limón, azúcar, sal, leche y harina. En el planeta de las mujeres, esto es todo lo que necesitas para hacer una receta. Las cantidades te las inventas tú, como mi amiga la China, que jamás consigue dos veces el mismo sabor de un plato porque jamás ha comprendido el concepto de las medidas o como la Primera Esposa de mi amigo el Rubio, a la que le paso una receta y después me dicen que no le salió bien y cuando analizamos el proceso para encontrar el fallo y rectificarlo, resulta que se saltó un ingrediente porque no lo tenía, otro lo pone a ojo y del tercero añade dos veces más porque le mola un montón.
Mi primer intento con las tortillas de carnavales acabó con una masa no demasiado líquida y que al freírla, en lugar de tortillas creaba buñuelos, quizás porque añadí levadura química ya que en la casa de mi abuela se hacían con harina de esponja, que es el nombre que le daban a la harina que ya traía levadura química en Gran Canaria y que desconozco si es un concepto conocido por los foráneos. Mi segundo intento terminó con una masa muy blanda y al freírla salió un mejunje que no era para nada una tortilla de carnaval y en este caso opté por harina normal. Mi tercer intento logró algo parecido pero aún no les veo la forma que tenían cuando mi abuela las freía en la cocina de su casa y yo la observaba con atención esperando que las lanzara al plato para comérmelas. Por ahora, las cantidades por las que me estoy decantando son: por cada huevo, 50 g de harina, 50 ml de leche, 1 cucharada de azúcar, 1/4 cucharrita de canela, 1 cantidad nimia o ninguna de sal, 1 cucharita de semillas de matalahúga y 1/3 de la ralladura de la cáscara de un limón. En todos los casos las freí en abundante aceite y en pequeñas cantidades e incluso probé a usar mi micro-freidora. Ya ha pasado el carnaval, este no es un postre que conviene repetir con frecuencia a menos que quieras añadir unas lorzas espectaculares a tu fisionomía y el año que viene lo volveré a intentar, espero que con más suerte.
El otro experimento del fin de semana fue el atún en adobo, en el que la receta falló porque el concepto de vinagre es muy relativo y al parecer los tres que yo uso son fortisimos y todos rojos o de color obscuro, ya que en mi casa predomina el vinagre de jerez, el balsámico y si esos no te molan, el de vino tinto. El plato funcionó pero el sabor del atún a vinagre era tan intenso que básicamente, podría haber cocinado pangang y me habría ahorrado pasta consiguiendo el mismo sabor. Ayer me compré un vinagre blanco que dicen que es mucho más suave así que en un futuro muy cercano volveré a probar lo del atún en adobo.
Esta semana, con poco tiempo y un fin de semana entre Europa y Asia, el único experimento que haré será el de unos trocitos de pollo empanados como los de cierto restaurante de comida rápida, receta que encontré en el llutuve, ese lugar maravilloso en el que está casi todo. Aún así, no se puede decir que no he hecho comida. En lugar de comprarle algo espectacular a mi amigo el Turco y a su madre, que me hace unas comidas del copón siempre que el hijo la deja, he optado por llevarles una Tortilla de papas con cebolla envasada al vacío gracias a la tecnología disponible en mi casa. También apareceré con las Galletas de chocolate para su Primera Hija, algún trocito de Brownie, un buen puñado de Magdalenas y como estamos en la época, le llevaré una bolsa de huevos de Pascua de chocolate para seguir grabando en el subconsciente de la chiquilla lo bellísima persona que fui en algún universo paralelo y que quizás algún día volveré a ser.
En fin, que partiendo de una pantalla en blanco y ninguna idea he logrado llegar casi a las mil palabras, lo cual no está nada mal.
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Foro de Pompeya
En el corazón de la ciudad de Pompeya estaban los templos y edificios mas importantes de la ciudad y hoy tenemos una foto general en la zona en la que se pueden ver los restos de los grandes edificios que había en el lugar. Por allí las calles eran más amplias y los edificios más grandes. La foto la hice mirando hacia la Via degli Augustali, el arco que aparece en la imagen es el Arco di Druso y a la derecha de la imagen está el Macellum. El edificio de la izquierda es el Capitolium o Tempio di Giove, al que nosotros conocemos como Júpiter
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Bavaria Pilsener
Una de las compañías cerveceras grandes en Holanda y que aún no ha sido absorbida por otro grupo es el de Bavaria. La más popular de sus cervezas es la Bavaria Pilsener, que es la cerveza original que producen desde algún momento del siglo XVII (equis-uve-palito-palito). Es una pilsen clásica, con un buen sabor, un porcentaje de alcohol del 5% y que entra con facilidad. Tiene un saborcillo algo dulce con lo que no es para todos los gustos y produce un montón de espuma que desaparece prácticamente según se ha formado. Es una buena cerveza para las terrazas en verano pero algo sosa si lo que quieres es algo especial. Esta marca también hace varias cervezas de marcas blancas, sobre todo de los supermercados holandeses y si soy honesto, en las raras ocasiones en las que he probado esas, me ha costado distinguirlas de la original. Sin ser nada del otro mundo, está bien.