Siena está llena de rincones en los que se nota el peso de la historia de la ciudad. en la Piazza Tolomei me tropecé con la iglesia de San Cristoforo, justo enfrente del Palazzo Tolomei, uno de los edificios más viejos de la ciudad. La iglesia es de estilo romanesco y se construyó entre el siglo XI (equis-palito) y el XII (equis-palito-palito). El interior de la iglesia también es muy bonito y vale la pena entrar a echar un vistazo.
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Subiendo al Reichstag y volviendo a casa
El relato comenzó en El comienzo del fin de semana en Berlín
El día del regreso comenzó con otro desayuno en el hotel, un poco más tarde que el día anterior. Optamos por llevarnos el equipaje, mayormente porque solo teníamos dos mochilas pequeñas y nos era más cómodo. Como somos viajeros curtidos en la inexperiencia y ya más o menos conocíamos la ciudad, en lugar de tirar del transporte público, fuimos caminando hacia la zona del Reichstagsgebäude. En un estanco nos compramos un billete de transporte para no tener que buscar una tienda a la hora de ir al aeropuerto y queríamos sacar guita de un cajero pero resultó que alrededor del parlamento alemán, NO hay cajeros automáticos, hay que caminar más de diez minutos para encontrar alguno. Resulta alucinante porque sí que hay bancos, pero no ponen cajeros ni en la calle ni en el vestíbulo. Por la mañana teníamos la visita al Reichstagsgebäude o más concretamente, la subida a la cúpula, así que nos acercamos al control de seguridad y con el DNI holandés y un papel con la cita, nos dejaron entrar. Tras toda la movida para reservar la hora y demás y luego resulta que se las trae más o menos floja y entramos media hora antes del tiempo que teníamos asignado.
El vídeo está aquí. En el vídeo anterior se puede ver la preciosa cúpula del parlamento alemán, la gente subiendo por el mismo y en una visual de los alrededores se ve la cubierta de la Potsdamer Platz con su forma de volcán japonés. El vídeo lo hice esquivando al Rubio, que siempre se me pone por delante y me los chafa. Te dan unas audioguías que te explican un montón de chorradas según vas subiendo. Merece la pena ver la ciudad y subir a la cúpula. Cuando bajamos, básicamente teníamos que comenzar a plantearnos el ir al aeropuerto, así que fuimos andando hasta la estación central de Berlín y allí pillamos la guagua que te lleva al aeropuerto directamente y que viene a tardar unos veinte minutos en hacer el trayecto. Una vez en el mismo, estábamos confundidos porque nuestra terminal como que no estaba en el edificio y nos explicaron que hay varios edificios que conforman el aeropuerto y teníamos que salir para ir al nuestro. De camino vimos un chiringuito de comida y nos pillamos la clásica salchicha con curry. La cola para pasar el control de seguridad era gigantesca y lentísima y estuvimos casi tres cuartos de hora en la misma.
Una vez dentro, el embarque se retrasó casi una hora y más tarde el piloto nos dijo que al parecer Schiphol estaba tan petado que no tenían plazas de aparcamientos para aviones y estaban impidiendo la salida de los que estaban más cerca. Esperamos otros veinte minutos en el avión hasta que pudimos salir y llegamos a Amsterdam con retraso. En el vuelo había un montón de gente que conectaba con aviones hacia América y varios perdieron las conexiones. En el caso del Rubio y de un servidor, ese era nuestro destino final. La Primera Esposa recogió al Rubio ya que llegaban tardísimo a una fiesta a la que estaban invitados de una pava que después de estar diez años cogiendo con su chamo, por fin se había quedado preñada. Hay dos teorías, una de los que piensan que el colega es ahora Vitorino y la otra que por fin se la ha metido por el agujero adecuado. Yo iba hacia el estadio ArenA ya que quería ir al cine, así que nuestros caminos se separaron.
Así acabó este fin de semana en Berlín con mi más-mejor-amigo en el que como siempre, nos divertimos, bebimos todo lo que quisimos, comimos bien, hablamos e hicimos algo de turismo. Berlín es una ciudad fabulosa y un lugar que vale la pena visitar.
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Banca Monte dei Paschi
Si no me engaña Internet, la Banca Monte dei Paschi es el banco más antiguo del universo conocido y su sede está en el edificio de la foto de hoy, en Siena. Este fue además uno de los bancos que más petó en los tests de stress de la banca del año pasado. El edificio parece un castillo de ciudad, con una fachada muy bonita y hasta una estatua en la puerta. El banco se creó en 1472 y ha estado en funcionamiento desde entonces.
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Caminando por Berlín
El relato comenzó en El comienzo del fin de semana en Berlín
Nuestro segundo día en Berlín comenzó con el desayuno en el hotel. Al ser un hotel de esos de diseño pachanguero, el desayuno era más bien zafio y si no es porque estaba incluido en el precio de la habitación, no valdría la pena. Tras comer, salimos a la calle y fuimos andando hasta Potsdamer Platz, que estaba a unos cientos de metro del hotel. Esta plaza está en la zona que acumula un mayor número de proyectos de construcción tras la reunificación alemana y todo es como muy moderno y de diseño. Vimos los edificios, la plaza cubierta, usamos el Wifi gratuito y continuamos caminando por el parque Tiergarten, el segundo más grande de Alemania en una ciudad y puesto que el otro está en Munich y ya he caminado por el mismo, puedo decir y digo que he andado por los dos parques de ciudad más grandes de los germanos y me quedo tan ancho. Al final de este parque está el zoológico, de tamaño considerable y tras este tenemos la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche o Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm que era nuestro destino.
Nos encontramos que la zona estaba llena de plebeyos vestidos con ropa amarilla que resultaron ser los seguidores de uno de los dos equipos que jugaban esa noche la final de la Copa alemana. El vídeo anterior, si no lo puedes ver, está aquí. Por la zona en la que está esta iglesia es donde me quedé en mi visita anterior a la ciudad, hace la tira de años. Cuando acabamos la visita a lo que queda de la iglesia, que está muy dañada por bombardeos en la Segunda Guerra Mundial y que decidieron dejarla tal cual para hacer un memorial, nos fuimos en el metro de superficie (el S) hacia la estación central de trenes de la ciudad. La estación es un edificio espectacular con varios niveles y que vale la pena ver. En su momento, cuando se construyó, fue la estación de tren más cara hecha en Europa y seguramente en el universo conocido. A la puerta de la misma había otra marea de plebeyos, en este caso vestidos de verde, que eran los del otro equipo que jugaba la final. Como cerca de la estación pasa el río Spree, nos sentamos en una terraza a la vera del mismo a tomarnos una cerveza.
En el vídeo se puede ver un poco de la estación, el río y un barco de los que pasan continuamente. El vídeo está aquí. Disfrutábamos de un día de rescándalo. Después de la pausa, fuimos por jardines y caminos al Reichstagsgebäude o el Edificio del Reichstag, el parlamento alemán. Hoy en día, para entrar hay que registrarse previamente y para cuando me enteré, solo conseguí hora para el domingo a las ocho y media de la mañana, algo que sabíamos a ciencia cierta que no sucedería. Hicimos cola durante una hora y conseguimos hora para el domingo pero a las once y media de la mañana. El sistema de asignar horarios es tercermundista e impropio de los alemanes, parece diseñado por un griego. Controlando la cola y explicando las cosas había dos empleados, uno super-amable y que se disculpaba por el tinglado tan mal montado y una maricona vieja que parecía más bien preocupada por encontrar un rabo que le tapone ese agujero tan grande que le ha salido por detrás. Una vez solucionado lo de la visita, fuimos a la Brandenburger Tor, la Puerta de Brandeburgo, la cual está cerquita y junto a la que estaban preparando algun tipo de podio y escenario para la final de la copa de Europa que se jugaría una semana más tarde. Después caminamos por la señorial avenida Unter den Linden hasta llegar al Berliner Dom, la catedral de la ciudad.
El vídeo está aquí. Esta iglesia protestante es relativamente reciente, ya que se acabó hace poco más de un siglo. Es muy imponente y puedes subir a la cúpula para ver la vista desde allí de la ciudad. Te cobran por entrar pero resultó que con los billetes de transporte que teníamos nos hacían descuento. Aunque a esta iglesia la llaman catedral, no tiene obispo, con lo que técnicamente no debería serlo. En la misma zona entramos a ver el Neue Wache o Edificio de la Nueva Guardia de Berlín, de estilo neoclásico alemán. En su interior, en una sala enorme, hay un monumento que recuerda a las víctimas de guerra y dictacura y en un futuro cercano a las víctimas de la opresión y fascismo truscolanos.
Callejeamos sin rumbo fijo y fuimos más o menos a propósito hacia la zona de Potsdamer Platz, pasando por el hotel para dejar la cámara. Nos apalancamos en el Josty, el cual tenía una sala enorme para ver el partido con el populacho y en donde aprovechamos y cenamos. Tras el partido entramos en otro de los bares de la zona y seguimos bebiendo allí hasta bien entrada la noche. Creo que el partido lo ganaron los amarillos. Y así más o menos acabó el segundo día en Berlín, en el que caminamos un montón, comimos salchichas con curry y nos hartamos a beber cerveza de trigo.
El relato acaba en Subiendo al Reichstag y volviendo a casa