Si pasas por Estocolmo y solo puedes ver una cosa, para mí no hay duda alguna que hay que visitar el Vasa, el cual está en el Vasamuseet. Es un buque de guerra que resulta que es el único barco del siglo XVII (equis-uve-palito-palito) que ha llegado hasta el siglo XXI (equis-equis-palito). Este barco estaba destinado a ser el buque insignia de la armada sueca y tenía más de cincuenta metros de largo. Este barco es la prueba irrefutable que hasta los nórdicos son chapuceros. En su viaje inaugural, recorrió trescientos metros hasta que le golpeó una racha de viento, se escoró y se comenzó a hundir y murieron treinta de los doscientos tripulantes. El barco permaneció en el fondo del frío mar sueco hasta que lo reflotaron el 24 de abril de 1961, trescientos treinta y tres años después de hundirse. La sorpresa fue comprobar que gracias al frío mar, se conservó en un estado magnífico. El museo en el que se encuentra es una auténtica pasada y sin dudarlo, uno de mis cinco museos favoritos en el universo conocido. Alucinas con la manera en la que presentan las cosas que encontraron en su interior, las maletas y su contenido, las herramientas que se usaban en aquella época, los vestidos, zapatos y demás. Gracias a la forma del museo, puedes ver el barco prácticamente desde el lugar más bajo hasta la cubierta superior y apreciar los detalles y el lujo que tenía.
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Enjaulados en la calle
A veces tengo la extraña sensación de que vivo en un mundo como el del Show de Truman, solo que esta película se titula el Show del Elegido, Sulaco, The Chosen One o De Uitverkorene, según os guste más y al parecer, soy el protagonista absoluto. Esto viene a cuento porque es que me tropiezo con todo tipo de movidas raras que casualmente están en mi camino y en las que me fijo, les hago una foto y las comento. No hay muchos blogs que se regodeen con estos detalles, así que la conclusión es que en realidad soy el único ser humano que existe y todo lo demás gira a mi alrededor.
Reforzando esta teoría totalmente egocéntrica y perfecta para mi visión orbital del universo, en el que yo casualmente estoy en el centro, el otro día fui al centro de Hilversum y me topé con las jaulas de la foto, tres y en cada una de ellas, un julay encerrado durante doce horas. Al parecer formaba parte de una campaña para recaudar dinero que se usa para comprar la libertad de prostitutas en lugares del universo en los que les privan de su libertad y las explotan sexualmente. Nunca terminamos de apreciar la enorme suerte que tenemos, nuestras vidas están más bien resueltas y todo transcurre plácidamente. Aunque siempre pensamos que es la norma, en realidad somos la excepción.
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Skyview Stockholm
La asombrosa y maravillosa experiencia del Skyview que hay gente que comenta en tripadvisor casi como algo místico y un momento en el que poco menos que se te aparecen todos los ángeles del cielo, se reduce a entrar en entrar en la esfera de cristal de la foto y subir a paso de babosa hasta la parte superior y bajar de nuevo a la tierra. Las vistas increíbles y que te harán llorar de pura emoción son de los alrededores del estadio, que tiene otras instalaciones deportivas, las líneas ferreas del metro, una urbanización de kelis de julays y un centro comercial que hay en la zona. En definitiva, que en lo que a mí respecta, esta es una atracción que a menos que te sobre el tiempo o en tu vida te hayas subido a un ascensor de cristal, puedes ningunear.
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Proyecto escoba
Desde hoy he comenzado un pequeño proyectillo en mi casa. De manera conscientemente inconsciente, el problema de tener armarios en la cocina es que los vas llenando. Que hay una semana italiana en el super, pues apaño de esto o de aquello y cuando se trata de comida, yo nunca tengo suficiente. Así, el domingo me daba cuenta que en todos lados tengo los armarios petados, igual que el congelador o la nevera. Comenzando por esta última, cualquiera que la abra puede contar unos quince o quizás más trozos de queso o quesos pequeños. Los hay canarios de cabra, de oveja, de leche mezclada, italianos de todo tipo de leche, holandeses, de crema para untar y españoles. Es una obsesión. En el congelador, tengo por lo menos kilo y medio de parmiggiano reggiano, así, con dos cojones. Si miramos en otras partes de la cocina, tengo una colección de tipos de pasta italiana que parece más propia de un supermercado. Igual sucede con las legumbres y mejor no decimos nada de frutas secas que compré pensando en hacer algo y al final no lo he hecho. En la despensa, más de lo mismo, con otras cosas y mi colección de harinas es ÉPICA, aunque esas últimas las uso con mucha frecuencia y las consumo, pero por cada kilo que gasto acabo comprando dos por si se me acaban. Por eso, he optado por boicotearme a mi mismo y esta semana solo puedo cocinar pasta. El problema está con las salsas que tengo que hacer pero seguro que algo se me ocurre. Pienso acabar con todo el arsenal de pasta que almaceno y después me pasaré al arroz risotto, al arroz japonés y a las hojas de lasaña. Cuando haya acabado con todo eso, veremos que otro grupo de comida puedo atacar pero hasta que no haya hueco en los armarios de mi cocina y en mi despensa, la compra de productos solo se justifica para su consumo inmediato.
Como la semana pasada teníamos una semana italiana en el super y acabé con medio kilo de queso mascarpone y medio de ricotta, los cuales no he contado en el inventario anterior, ahora mismo hay en mi horno una Tarta de quesos Ricotta y Mascarpone que por supuesto, congelaré en porciones y no veas los desayunos que me endiñaré. Una vez la situación esté bajo pleno control, procuraré no dejarme llevar por esas malignas campañas que hacen para que yo tropiece en esas piedras. Con los quesos, solo me queda comérmelos, así que a partir de ahora, iré a uno por semana y que sea lo que algún Dios quiera.